La Food and Drug Administration (FDA), autoridad que faculta la venta de medicamentos en Estados Unidos, advirtió sobre el Naproxeno, que podría aumentar los riesgos de accidentes cardiovasculares. Este medicamento se comercializa bajo los nombres de Aleve o Naprosyn, Apronax, Voltarén, Flanax, entre otros.

Después de los casos del Celebrex y el Vioxx, un nuevo analgésico, el Naproxeno (que se comercializa en EE.UU.  bajo los nombres de Aleve o Naprosyn y en Ecuador como Apronax, Voltarén, Flanax, entre otros), es desde el pasado lunes objeto de la advertencia de las autoridades estadounidenses de salud, ya que podría aumentar los riesgos de accidentes cardiovasculares.

Este antiinflamatorio, comercializado bajo diferentes marcas, de las cuales las más conocidas son Aleve (del grupo Bayer) y Naprosyn (Roche), es un no-esteroide que en Estados Unidos se vende sin receta.

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Los pacientes que usan naproxeno deben seguir escrupulosamente las indicaciones y no tomarlo durante más de diez días seguidos, advirtió en un comunicado la Food And Drug Administration (FDA), la autoridad que regula y autoriza la venta de medicamentos en Estados Unidos.

Según el Instituto Nacional de Salud (NIH por su sigla en inglés), es sospechoso de provocar accidentes cardiovasculares y cerebrales.

El NIH, que entregaba ese medicamento en el marco de un ensayo para prevenir el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, anunció que había dejado de recetarlo, al igual que otro antiinflamatorio, el celecoxib, cuyo nombre comercial es el Celebrex (de Pfizer) de la clase COX-2.

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La molécula naproxeno fue comercializada por primera vez en 1976 bajo el nombre de Naprosyn. Su uso sin receta fue autorizado en 1994.

No obstante, Lester Crawford, director interino de la Agencia de Alimentos y Medicinas del gobierno norteamericano, admitió que los contradictorios estudios “son confusos y propuso una continua evaluación”. Por ahora, recomendó que se tomen las drogas de acuerdo con las dosis aconsejadas.

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En Ecuador
El director de Salud del Guayas, Ricardo Giler, indicó que no hay una disposición del ministerio del ramo en el sentido de solicitar a la población de que se abstenga de ingerir estas medicinas o de retirarlas del mercado del país.

La autoridad de salud coincidió con la opinión de Crawford y argumentó que si bien existen advertencias no hay un estudio que “compruebe fehacientemente sobre accidentes cardiovasculares. Lo que se ha dicho es que un porcentaje de personas ha tenido problemas cardiovasculares, pero ninguno de ellos ha producido muertes... eso es importantísimo.

No obstante –añadió– la Dirección Provincial de Salud con el Instituto Nacional de Higiene realizarán un análisis con la finalidad de dar un pronunciamiento oficial sobre este tema.

Giler estimó que el pronunciamiento podría darse en un plazo de 48 horas.

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