Es la época más animada del año en el  pueblo de Papá Noel, en la Laponia finlandesa: los empleados de la oficina de  correos local tratan diariamente medio millón de misivas dirigidas a él.

Más de 10 millones de cartas, de tarjetas de felicitación y de listas de  juguetes han transitado por esta oficina de correos desde su apertura, hace 20  años, cerca de Rovaniemi, ciudad de 35.000 habitantes situada en el círculo  polar.

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La avalancha de correo que llega a esta oficina del extremo norte de los  servicios postales finlandeses empezó hace casi 80 años, cuando una popular  emisión radiofónica destinada a los niños afirmó que Papá Noel vivía en una  montaña de los alrededores. El servicio de correos finlandeses no tuvo más  alternativa que abrir esta oficina.

El número de cartas recibidas alcanzó hace unos años las 800.000, pero el  papel y la tinta cedieron un poco de terreno en beneficio del correo  electrónico.

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“Nos llegan algunos e-mails, pero como Papá Noel no tiene  dirección e-mail, no las utilizamos”, indica Auli Sihvo, empleada de correos.

El año pasado los niños polacos enviaron una quinta parte de las cartas. Tras ellos se sitúan los italianos (68.000 misivas), los japoneses   (34.000),  franceses, alemanes y finlandeses (unas 17.000).

“Toda carta dirigida a Papá Noel o Santa Claus y como dirección ‘Laponia’ o ‘Polo Norte’ llega aquí. Pero su dirección completa es Santa  Claus, 96930 Círculo Polar, Finlandia”, explica la directora de la oficina,  Taina Ollila.

“A menudo, las cartas son solo listas de pedidos de regalos (...) pero Papá Noel prefiere que los niños le escriban sobre ellos, sus familias, sus gustos, sus  sueños, sus esperanzas”, acota Riitta Mattila, subjefe de la oficina.

Todas las cartas que llevan remitente reciben una respuesta en ocho idiomas.

Papá Noel no solo interesa a los niños, sino también a algunas  “personas mayores”. Tartu Peltonen, de Helsinki, ex  ejecutiva y hoy jubilada, se presentó voluntaria para  oficiar de duende en el correo de Papá Noel.

“Yo creo en Papá Noel y siempre soñé con trabajar en esta oficina de  correos”, dice.