El accidente del Concorde, que causó la muerte de 113 personas en julio del 2000, se debió a un “defecto importante” del aparato y a la presencia de una lámina metálica de un DC-10 de la compañía norteamericana Continental Airlines en la pista del aeropuerto parisiense de Roissy-Charles de Gaulle, informaron ayer los autores de la investigación  que duró cuatro años.