El fuego que consumió al menos quince locales navideños se inició supuestamente por un cortocircuito.

Los comerciantes que perdieron mercadería navideña en el incendio ocurrido la madrugada del sábado pasado en la explanada del estadio Modelo Guayaquil, levantaron ayer nuevamente sus puestos de venta.

El secretario de la Federación Deportiva del Guayas (FDG), Carlos Barcia, que se encarga del alquiler del sitio, dijo que al menos 15 fueron los locales que se quemaron a consecuencia de un posible cortocircuito, ya que todos se conectan a un solo medidor.

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El jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, Jaime Cucalón, expresó ayer que pidió el desalojo de los vendedores porque halló camaretas escondidas en dos baños portátiles del lugar.

Los comerciantes que perdieron sus puestos con mercadería navideña (árboles, juegos de luces, adornos, accesorios para el pesebre y juguetes), en el incendio que consumió al menos 15 locales el sábado pasado, empezaron ayer a reconstruir sus pequeños establecimientos en la explanada del estadio Modelo Guayaquil.

Según indicaron ayer algunos de los afectados, aún guardan la esperanza de recuperar algo del dinero que invirtieron para adquirir la mercancía, y poder pagar las deudas contraídas con los bancos.

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Manuel Lema, quien fuera de la época navideña se dedica al comercio informal en la ciudad, manifestó que a causa del incendio, donde perdió cerca de 2.000 dólares en mercadería, debe invertir 1.000 dólares más para no quedar mal con sus proveedores.

“Solo en comprar palos, clavos y planchas de zinc, he gastado más de 200 dólares, pues el fuego destruyó todo. Peor aún que uno no tiene más que diez días para vender las cosas”, explicó el hombre.

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En un puesto contiguo, María Quishpe, trataba de levantar el quiosco donde vendía figuras para los pesebres y musgo. “Ahora los distribuidores nos han entregado poca mercadería con la condición de que paguemos lo que les debemos”, manifestó.

Los comerciantes, además de la preocupación de vender su mercadería antes que concluya la demanda de los artículos navideños, también están temerosos de un posible desalojo por parte del Municipio, ya que el día del incendio los bomberos hallaron camaretas escondidas en los baños portátiles del lugar.

Rosa Moreno, vendedora de árboles y adornos, sostuvo que ella tuvo que endeudarse con varias personas y ahorrar durante todo el año para poner el negocio que se le quemó. “No es justo que se nos vaya a desalojar”, afirmó.

“No tengo más actividad que esta, por el tiempo que dura la venta salgo de mi hogar para dormir aquí; este es el único ingreso que tengo. Aquí perdí unas doce pacas de árboles de fibra óptica.
Ahora unos compañeros me prestaron unos arbolitos para venderlos y recuperarme”, añadió.

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Otros perjudicados como Mario Loor, María Carvajal, Carlos Zambrano y Evelyn Méndez, lograron recuperar de entre los escombros algo de la mercadería que no se destruyó en el fuego, pero no reconstruyeron sus locales por falta de dinero.