Una gresca se produjo cuando finalizó el encuentro entre Barcelona y Deportivo Cuenca, entre los futbolistas morlacos y miembros de la Policía Nacional.

Los visitantes reclamaron al juez central Luis Vasco, por considerar que se excedió en dar minutos de compensación al partido y que los perjudicó con sus decisiones. 

Los incidentes motivaron la reacción de los uniformados contra los cuencanos, con la intención de salvaguardar a los árbitros. Para atenuar la actitud de los visitantes las fuerzas del orden emplearon gas lacrimógeno.

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“Tuvimos que recurrir a medidas represivas cuando ya no pudimos contenerlos con los escudos. Utilizamos el gas para tratar de calmarlos y evitar que nos atacaran y también a los árbitros”, declaró un miembro de la Policía.

Producto de los enfrentamientos,  Marcelo Velazco y Damián Lanza, del Cuenca, fueron trasladados a la clínica Alcívar, afectados por el lanzamiento de los gases. Mientras que el técnico Julio Assad se recostó varios minutos en el césped, afectado por el gas. Mario Tamayo, directivo de la Asociación de Fútbol del Guayas, aclaró que ni Barcelona ni la organización que él representa tienen responsabilidad en lo ocurrido al fina del partido.