El Festival intercolegial de teatro Nuestro Arte 2004 mostrará  la próxima semana, en la Alianza Francesa,  obras realizadas por estudiantes de diez colegios de Guayaquil que encuentran tiempo para la actuación entre su horario de clases. Los premios se sortearán entre los participantes.

No son actores ni libretistas profesionales los participantes del festival de teatro Nuestro Arte 2004. Son aproximadamente cien estudiantes guayaquileños que se sumaron, por afición, a la iniciativa del grupo  cultural universitario Sin Preámbulo, a la realización del primer intercolegial de teatro, desde el 30 de noviembre al 3 de diciembre próximos.

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“Me encanta la idea de poder ser alguien más, una vez, y luego ser otra persona distinta”, comenta Johanna Cabanilla, de 17 años y estudiante del colegio Palestra,  quien, al igual que tres de sus compañeros actores, confiesa su deseo de ser actriz profesional después de graduarse. En uno de los ensayos de la obra Las increíbles aventuras de Luciano en Corondelet se ganó muchos aplausos de sus compañeros por su caracterización de Xumena, la esposa del presidente Luciano.

Los alumnos del colegio Palestra se inspiraron en la realidad política nacional para escribir, durante los últimos tres meses, esta sátira, porque Sin Preámbulo dictó reglas claras: la obra tenía que ser elaborada por los estudiantes integrantes del elenco, y revisada y corregida por los profesores del área de Lenguaje. “A Lucio toda la gente lo achaca y lo quiere tumbar, así que tratamos de reflejar eso en diferentes escenas que, como todos pusimos un poco de lo que hemos visto, quedaron bastante chistosas”, asegura Cinthya Frasquero, de 13 años, quien personifica a una de las tantas mujeres que quieren pegarle a Luciano.

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Las obras que participan en el festival también tratan sobre la problemática juvenil o familiar y pueden durar entre 30 y 45 minutos. La escenografía, vestuario, música y demás elementos de la puesta en escena los elaboraron los alumnos participantes, quienes además de actores y guionistas se estrenaron como tramoyistas, sonidistas y directores de escena de las piezas teatrales.

Los participantes de este encuentro son estudiantes de la Unidad Educativa Steiner, Centro Educativo Palestra, Colegio Indoamérica, República de Francia, Charles Darwin, Instituto Integral Sudamericano, Ismael Pérez Pazmiño, Matilde Amador Santistevan, Guayaquil y María Auxiliadora.

El festival llevará al auditorio de la Alianza Francesa (José Mascote y Hurtado) a representantes de dos colegios durante cada día de la próxima semana, en funciones gratuitas de  10h30 y 12h15.

“Siempre vemos resistencia de los rectores de los colegios y de los padres a que los alumnos cultiven su vena artística. Por alguna razón creen que los pintores o los actores tenemos una vida liberada o algo por el estilo. Si un hijo le dice a su padre que quiere ser actor, el padre le va a sugerir que sea ingeniero, abogado o médico”, expresa el actor y titiritero  argentino Carlos Ussher, director de Sin Preámbulo.

Por decisión de este ensamble cultural, en el festival Nuestro Arte 2004 se sortearán –en presencia de todos los participantes– los premios a las mejores puestas en escena, actuación, trabajo en equipo, ritmo de la obra, escenografía, vestuario, iluminación, maquillaje, música, manejo de voz, dirección.

“Tratamos de facilitar la cooperación, la crítica y la solidaridad, y queremos evitar la competencia estéril entre los establecimientos educativos”, acota Ussher.

Las edades de los participantes fluctúan entre los 12 y los 17 años y para la mayoría de ellos es su primera experiencia actoral, aunque algunos utilizan sketches como recursos para exposiciones y, en el caso del Steiner y del Palestra, presentan anualmente obras en inglés.

“Hemos ensayado miles de veces, cada día dedicamos dos horas de clase a repasar Las increíbles aventuras de Luciano, y algunas horas después del colegio,  y de todas maneras nos seguimos equivocando en algunas cosas: nos olvidamos del libreto, o nos tapamos entre nosotros o bajamos la voz, pero la pasamos cheverísimo”, dice Omar Loor, de 15 años, parte del elenco, y añade:  “Siempre he pertenecido a los grupos de teatro de los colegios en los que he estado”.

Las temáticas de las obras giran en torno a temas como el aborto, la drogadicción, el alcoholismo y la política. La pieza elaborada por el Colegio Charles Darwin se llama El sida.

Carla Pallazco, de 14 años, una de las actrices de esa obra, dice que le encantaría dedicarle a esto más tiempo que el que le da a un pasatiempo.

“Es una opción de expresarte y también permite que quienes vean esta obra tomen conciencia”, asegura Julián Caña, de 16 años.

Algo que cuestionan los alumnos que intervienen en el festival es que no exista una materia que hable de las artes dramáticas en el pénsum de sus colegios. “Muy pocos tienen esa oportunidad, ¿se imaginan lo bacán que sería?   sano,  y –más que nada– divertido dentro del horario de clases”, plantea Daniela Guerra, de 15 años.

El jurado del festival está conformado por dos actores profesionales, un artista plástico, un profesor de literatura, un músico y un delegado por colegio.

Se entregarán diplomas a los colegios, alumnos y  profesores guías.  La Comisión otorgará uno o más reconocimientos especiales (en forma de máscaras) a uno o más elencos.

Todos los participantes del festival Nuestro Arte 2004 asistirán a una  reunión final de crítica de los trabajos presentados “para conversar de lo que aprendimos de los otros grupos. Eso sí, sería bueno comer una pizza entre todos”,  concluye Gustavo Zambrano, de 16 años, del Charles Darwin.