Un comité especial encargado de estudiar una reforma en la ONU propondrá aumentar el número de países miembros del Consejo de Seguridad de 15 a 24, con dos modelos posibles para la repartición de los escaños, dieron a conocer este viernes fuentes diplomáticas.
Esta "Comisión de alto nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y el Cambio" fue convocada por el secretario general Kofi Annan para estudiar los medios que permitirán a la organización trabajar mejor en las realidades actuales.
Compuesta por 16 miembros y presidida por el ex Primer Ministro tailandés Annan Panyarachun, debe presentar su informe el 2 de diciembre.
Annan cuenta con llevar adelante las propuestas de reforma que la Asamblea General podría adoptar en septiembre de 2005, cuando las Naciones Unidas festejen su 60 aniversario.
Según las informaciones recavadas, el informe postulará dos modelos de reforma del Consejo de Seguridad, principal órgano de decisión de la ONU.
Los dos modelos de la reforma en el reparto de los países miembros se basa en la división en cuatro grupos geográficos: Europa (incluyendo Europa del Este), Africa, Asia (considerando Australia y Nueva Zelanda) y América (del Sur y del Norte).
Al día de hoy, la ONU cuenta con cinco grupos regionales. Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda forman parte del grupo "occidental" junto a los países del oeste europeo, mientras que los países del este forman parte de un grupo distinto.
Los dos modelos propuestos prevén seis representantes de cada grupo en el Consejo, haciendo un total de 24 miembros.
El Consejo de Seguridad cuenta actualmente con 15 miembros, de los cuales cinco son permanentes y poseen derecho a veto: Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia. Los otros diez escaños son repartidos en el seno de los grupos geográficos, y permanecen en el cargo por períodos de dos años no renovables.
El primer modelo de reforma sugiere que se agreguen seis miembros permanentes y tres no permanentes. La composición sería entonces de 11 miembros permanentes y 13 no permanentes. Los seis nuevos países no tendrían el derecho a veto.
El segundo modelo propone un status quo de los cinco miembros permanentes y la presencia de nueve miembros no permanentes que se sumarían a los 10 ya existentes.
Ocho de esos nueve miembros nuevos, dos por grupo geográfico, tendrían un estatus particular ya que serían electos por cuatro años, en lugar de dos años, con la posibilidad de reelección al final del período.