El escritor mexicano Elmer Mendoza se inspiró en la crisis argentina de 2001 y el temor a que pudiera haber un nuevo golpe de estado en ese país para escribir "Efecto tequila", una trepidante novela de espías.
En ella ha mezclado la ficción con la realidad, líderes caídos en desgracia como el peruano Alberto Fujimori o el argentino Fernando de la Rúa, con rockeros como Jim Morrison o Mick Jagger, un cóctel ambicioso que envuelve una trama de aventuras.
"Estoy intentando hacer una novela de espías que sea fuerte, que sea de interés", explicó Mendoza, quien comenzó con el proyecto de novela sin saber muy bien dónde terminaría.
El arresto del ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo, alias "Serpico", integrante entre 1977 y 1980 de la Escuela Mecánica de la Armada, los casos de los desaparecidos argentinos y los carteles mexicanos de la droga son parte de la pléyade de actores visibles e invisibles de los que se sirvió el escritor para montar la historia.
Un viaje a Argentina fue fundamental para centrar la mayor parte del libro en ese país.
"En una primera instancia no tengo un asunto de tanta trascendencia. Pero cuando estoy en Buenos Aires (en 2001), me paso un par de semanas allí conversando con medio mundo, descubro que existe el temor de un golpe de Estado", señaló Mendoza.
"(Los argentinos) están esperando la caída de De la Rúa. No están muy seguros de qué es lo que pueda pasar, quiénes pueden tumbar a De la Rúa", indicó.
"Eso me parece lo más interesante. Estoy hablando de taxistas, meseros, no sé, comerciantes, y lo que pude escuchar en las conversaciones. Ya ves, todos los argentinos son analistas políticos (risas)", agregó el escritor.
Para el escritor las dictaduras, los golpes de Estado y la estabilidad de los países latinoamericanos sigue siendo una enorme preocupación para la gente.
La larga mano de la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) aparece y es fundamental en la novela, mezcla pura de realidad y ficción.
"La democracia en América Latina no termina de nacer. Parece ser que hay como una liga que la dirige más a la regresión que a avanzar", explicó.
Mendoza lamentó que a los políticos les esté costando tanto ponerse de acuerdo en afianzar los procesos democráticos para que "los que tuvieran tentación por el asunto de los golpes de Estado, por la dictadura, se dieran cuenta de que eso realmente ha quedado atrás".
"Yo descubro que hay muchas fuerzas de esa naturaleza, no sólo los militares, pero también los pequeños grupos de poder económico, que no termina de agradarles lo democrático", añadió el escritor.
Para escritor de Culiacán (Sinaloa, norte de México) es actualmente una constante en todo el subcontinente, desde Cuba hasta Argentina "el temor al más fuerte, el temor a ser víctima" de países poderosos como EE.UU.
Cree que por ello en varios de los países de la región la mayor esperanza está en "que se pueda avanzar en regímenes realmente nacionalistas, preocupados por su gente".
De "Efecto tequila" (Tusquets, 2004) el autor está orgulloso de la "multiplicidad de voces" de sus personajes, que utilizan la jerga de los países en que está ambientada la novela (México, España y Argentina) tratando de que el lector se identifique "con los eslogan, con asuntos políticos, con lenguaje, con la ironía" de esos lugares.
También se complace del tributo que hay al mundo del rock, una música que "es tal vez la primera corriente de cultura popular que nos ha unificado, no importa el idioma que hables, el color de piel o la religión", añadió.
"Creo que el lector y el autor estamos en la misma hoy. Estoy pretendiendo compartir recuerdos con ellos, lugares comunes y hasta ahora (...) creo que lo logré, y me gusta mucho", confesó Mendoza.