El escritor peruano descubre en su nuevo libro, ‘La tentación de lo imposible’, al Víctor Hugo literato, pero también al político y ante todo al ser humano, autor de una gran novela, a la que califica como la última obra clásica.
El escritor peruano nacionalizado español Mario Vargas Llosa regresa al panorama literario con el ensayo La tentación de lo imposible, en el que se adentra en Los miserables, de Víctor Hugo, y analiza minuciosamente la vida y obra del maestro francés.
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Después de seis años dedicado a la novela, Vargas Llosa recupera el ensayo con esta obra, en la que descubre al Víctor Hugo literato, pero también al político y ante todo al ser humano, autor de una gran novela, Los miserables, “que no solo es una, sino mucha y muy diversas”, dijo el autor peruano al presentar ayer su libro en Madrid.
En su opinión, Los miserables tiene una de las características de las obras maestras, “puede ser leída por todo tipo de lectores, desde el más primario hasta el más exigente”, y es una novela “fresca, actual, que no se puede clasificar, ya que todas las calificaciones le convienen, pero ninguna le basta”.
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Además aborda grandes temas de todos los tiempos, como la justicia, la condición humana, el problema del bien y del mal y la trascendencia. Vargas Llosa situó a Los miserables como la última novela clásica, escrita cuatro años después de lo que para él es la primera novela moderna, “mito de la novela modelo”, Madame Bovary, de Gustave Flaubert.
Tras ella, agregó, “las novelas serían distintas. Flaubert y Víctor Hugo son los grandes pivotes de la frontera entre la modernidad y el mundo clásico”. El autor confesó que Los miserables representó para él “una de las grandes experiencias que he tenido como lector”. Vargas Llosa tuvo su primer contacto con esta obra a los 14 años, en 1950, cuando la leyó en el colegio militar Leoncio Prado, de Lima.