El papa Juan Pablo II dedicó ayer una oración especial a “todas las víctimas del terrorismo” y se mostró espiritualmente cerca de sus familias, en el Día de Todos los Santos y víspera del Día de Difuntos.
Con motivo de esta festividad el Pontífice dirigió, desde su ventana del Palacio Apostólico, el rezo del Ángelus ante los fieles congregados en la plaza San Pedro del Vaticano, a los que invitó a rezar “por las almas más necesitadas de la misericordia divina”.
“Elevo a Dios una oración especial por las víctimas del terrorismo. Me siento espiritualmente cerca de sus familias y, mientras pido al Señor que alivie su dolor, lo invoco por la paz en el mundo”, dijo.
Con voz bastante clara, Juan Pablo II recordó que la comunión de los santos “se manifiesta para los cristianos cuando la Iglesia peregrina en la tierra alza la mirada al cielo y se une, exultante, al coro de aquellos a los que Dios ha llamado a su gloria”.
Numerosos fieles, peregrinos y curiosos estaban congregados en la plaza de San Pedro para escuchar la oración, que recitó asomado a la ventada de sus aposentos en el Vaticano.
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El Papa concluyó su mensaje con una invocación a María, “Reina de Todos los Santos, para que nos ayude a seguir fielmente a Cristo y alcanzar la gloria del Cielo”.
Satisfecho
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El papa Juan Pablo II expresó su satisfacción este domingo por la firma en Roma de la Constitución Europea, "una etapa de un camino todavía largo y sembrado de dificultades" para la construcción de la "nueva Europa".
"El viernes se firmó aquí en Roma, en el Capitolio, el tratado constitucional de la Unión Europea. Es un momento muy importante para la construcción de la nueva Europa a la que atribuimos una gran importancia", declaró el papa.