Camboya coronó hoy a un nuevo Rey, Norodom Sihamoni, de 51 años, quien prometió continuar el legado de su padre, Norodom Sihanuk, y llevar al país paz, prosperidad y honor para siempre.
 
Su primera acción como nuevo soberano de una nación de 13,4 millones de habitantes marcados por décadas de guerra civil y la pobreza, fue amnistiar a 88 presos.
 
"Hoy he tenido el honor de ser coronado rey y de poder continuar el legado de mi padre. Daré lo mejor de mí para servir al pueblo con profunda lealtad y como verdadero budista, para ayudar a Camboya a tener paz, prosperidad y honor para siempre", dijo Sihamoni en su primer discurso como monarca, después de que los tambores y campanas de todo el reino repicaran por el nuevo Rey.
 
El viejo rey, Sihanuk, defendió durante toda su vida una Camboya independiente, unida y neutral.
 
Sihamoni aseguró que su corazón está con su gente, especialmente con los que viven en las zonas rurales, donde la monarquía camboyana mantiene sus raíces más profundas.
 
"Gracias a los dirigentes del país, a los guías espirituales del budismo, del islám y de otras religiones que han confiado en mi persona y me han dado la oportunidad de servir a la nación en asuntos religiosos, sociales, humanitarios y en educación", agradeció el Rey.
 
Camboya eligió en el Tratado de París de 1991, que puso final a años de guerra civil, una monarquía parlamentaria en la que el soberano carece de poder político, como estipula la Constitución de 1993.
 
Sihamoni es un antiguo bailarín profesional de danza clásica que ha vivido los últimos 23 años en París y cuya vida ha estado marcada por su amor al arte y la cultura, apartado de las rencillas política en su país.
 
"Respetaré la Constitución y las leyes del Estado. Me comprometo con los intereses del Estado y del pueblo", prometió hoy por tres veces consecutivas el nuevo monarca en la ceremonia de su coronación.
 
Unas 300 personalidades, embajadores extranjeros y autoridades gubernamentales presenciaron la ceremonia celebrada en el templo Teveavinichhay, cuya traducción libre podría ser Templo del Juicio.
 
Presentes también estaban los jefes de los tres mayores partidos del país: el primer ministro Hun Sen, del Partido del Pueblo de Camboya (PPC); el príncipe Norodom Ranaridh, del Frente de Unidad Nacional para una Camboya Independiente, Neutral, Pacífica y Cooperativa (FUNCINPEC); y Sam Rainsy, del Partido de Sam Rainsy.
 
Sihamoni rompió con la tradición al seleccionar un traje de chaqueta blanco en vez de las tradicionales vestimentas reales de complicadas ornamentaciones.
 
Tampoco se ciñó la corona real ni esgrimió la espada sagrada, como hicieran sus antepasados. Estos permanecieron como símbolos al lado del trono.
 
La mayoría de los objetos de la colección real desaparecieron durante los gobiernos golpista del general Nol Lon (1970-75) y del Jemer Rojo (1975-79), por lo que hubo que forjar una nueva corona y espada.
 
El gran ausente en Teveavinichhay fue el viejo rey, Sihanuk, quien este domingo cumplirá 82 años y cuya delicada salud le decidió a abdicar a principios de mes.
 
El Consejo del Trono eligió a Sihamoni para reinar, dado que la Corona camboyana no es hereditaria.
 
Camboya no presenciaba una coronación desde 1955, cuando se entronizó a Norodom Suramarit después de que su hijo Sihanuk abdicase en su favor para dedicarse a la política.
 
Este nuevo Rey marca el final de una era de más de seis décadas protagonizada por una figura singular y única, Sihanuk, quien fue Rey (1941), Presidente del Gobierno (1955), Jefe de Estado (1960), exiliado (1979), Jefe de Estado (1991) y de nuevo Rey (1993).