La imagen del Señor de Los Milagros inició ayer su recorrido anual por las calles de Lima, como cada octubre desde 1687, renovando una histórica manifestación de fe católica que se ha extendido a Panamá, Nueva York y a los predios del Vaticano.

Un ‘mar humano’ de miles de devotos acompañó por las calles de la capital peruana la efigie, llevada en andas de plata por 40 cargadores, en un recorrido inicial de 3,6 km.

La marcha totalizó casi 15 km. en tres jornadas.

Publicidad

En la Plaza Mayor, la imagen acompañada por los sones de una banda musical recibió saludos del presidente Alejandro Toledo, ministros y demás funcionarios.

Convertido en inédito fenómeno cultural y religioso de tres siglos, el Señor de los Milagros no ha estado ajeno al quehacer de la política local.

En el primer tercio de 1990 la jerarquía católica local sacó a la efigie en una procesión contra la candidatura de Alberto Fujimori, que era apoyada por iglesias evangélicas.

Publicidad

Fujimori –en cuya fórmula presidencial figuraba un pastor evangélico– derrotó finalmente al escritor Mario Vargas Llosa, y las relaciones entre estado e iglesia católica desmejoraron, canalizándose a través del entonces sacerdote y actual cardenal Juan Luis Cipriani.

Precisamente, Cipriani encabezó el domingo en la catedral de San Patricio, en Nueva York, a unos 5.000 peruanos en el festejo al Señor de los Milagros, al que pasearon por las grandes avenidas de Manhattan.

Publicidad

“Dios ha querido regalarle al mundo, a través del Perú, esta devoción. No encuentro otra explicación, no hay marketing que permita ver a millones de gentes por todo el mundo ir detrás de la imagen” dijo.