El cardenal y arzobispo emérito de Santiago, Juan Francisco Fresno Larraín, figura clave en el proceso que desembocó en la transición de Chile a la democracia en la década del 80, falleció la noche del jueves, informaron ayer fuentes eclesiásticas.

El prelado, de 90 años, murió a causa de una insuficiencia renal generalizada, precisó en un comunicado el Arzobispado de Santiago.

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Nombrado obispo por el Papa Pío II en 1958, monseñor Fresno se desempeñó como arzobispo de Santiago entre 1983 y 1989, cargo desde el que impulsó el diálogo entre los sectores políticos para lograr una salida democrática a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Fresno Larraín era de la línea conservadora y su llegada al arzobispado fue recibida con aprensiones por la oposición a Pinochet. Sin embargo, el religioso mantuvo a la Iglesia en la defensa de los derechos humanos.