Es la primera cinta de la colección Clásicos del cine que desde mañana pondrá a la venta EL UNIVERSO.

La revista Cinelandia, de Estados Unidos,  en  febrero de 1940, comentó: “No ver esta película es haber vivido en vano”. Se refería a Lo que el viento se llevó, una joya de la cinematografía  mundial, que inaugura la colección Clásicos del cine, uno de los productos optativos que desde mañana  pondrá a consideración del público Diario EL UNIVERSO y que incluye títulos célebres,  como Cantando bajo la lluvia, Casablanca,  Un tranvía llamado deseo, Ciudadano Kane, El halcón maltés, La quimera del oro, entre otros. Cada filme tendrá un costo de $ 3,99. Circularán los viernes.

Clark Gable y  Vivien Leigh son los protagonistas de la  emblemática cinta Lo que el viento se llevó, basada en la novela del mismo nombre de la escritora Margaret Mitchell, trasladada a la pantalla  en 1939 y que se convirtió, con el paso de los años, en el filme más visto de la historia del cine y en uno de los mejores del séptimo arte, tanto por su argumento, por la leyenda que envolvió el rodaje  y el estreno, como por la personalidad  orgullosa, valiente y decidida de  Scarlett O’Hara, personaje interpretado por Leigh y por cuya actuación ganó un premio Oscar. En total, la cinta ganó ocho estatuillas.

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Lo que el viento se llevó es una historia romántica, de amor, de  ambiciones y audacia, que tiene como telón de fondo la guerra de secesión estadounidense, evento que cambia la vida de los personajes, especialmente, la de  Scarlett, quien pese a las derrotas se levanta, transgrede los cánones  de la época y lucha por lo que ella desea.

El crítico de cine guayaquileño Jorge Suárez Ramírez, uno de los mayores expertos  y coleccionistas en el Ecuador de todo lo referente a la cinta, manifiesta     que la personalidad de Scarlett O’Hara refleja  el carácter de Margaret Mitchell, quien puso a su personaje los rasgos propios de su temperamento. Mitchell publicó su novela en 1936, mientras se recuperaba de un accidente.  Se había roto la pierna. De inmediato, la obra se convirtió en éxito entre los lectores. En 1937 ganó el Premio Pulitzer y pronto fue llevada al cine. En 1938 se iniciaron  las filmaciones. La prensa  siguió paso a paso los detalles, desde el escogimiento de los actores, los cambios de directores,  hasta el  apoteósico estreno  en 1939, en Atlanta. Fue el primer largometraje realizado en color. Una superproducción que inauguró también nuevos planos cinematográficos y que cuidó al máximo  todos los detalles.

Para el personaje de Rhett Butler, la pareja de Scarlett O’Hara,  se escogió al actor  Clark Gable, quien ya era famoso.  Para el rol  de Scarlett hubo que buscar más. Se probó a casi todas las estrellas de la época, pero no daban con la talla del personaje. Hasta que apareció una actriz que recién empezaba su carrera y que se quedó con el papel:  Vivien Leigh, quien, enterada de que buscaban a una actriz, decidió venir a América. Ella vivía en Londres.  En realidad, la motivación de Leigh   fue  doble: también viajó en busca de su amor, Laurence Olivier, que grababa en los Estados Unidos Cumbres borrascosas.  Suárez refiere que, según se cuenta, Vivien Leigh leyó Lo que el viento se llevó durante la travesía y dijo que ella sería Scarlett O’Hara. Cumplió su palabra.

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A 65 años de esta historia, la cinta  sigue fresca. “La película va con la época, no envejece. Por eso es un clásico. Las nuevas generaciones la siguen viendo”, manifiesta  Suárez.

NOTAS

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PREMIOS OSCAR
Por Lo que el viento se llevó en 1939 alcanzaron el premio Oscar, a más de Vivien Leigh;  Víctor Fleming, como mejor director; y Hattie McDaniel, quien personificó a Mammy, como actriz de reparto. Fue la primera negra en obtener la estatuilla. Abrió el camino para los actores negros. La cinta también ganó los premios de mejor película,  mejor guión original, mejor dirección artística, mejor fotografía y mejor montaje.

SE CAMBIARON LAS NORMAS
Jorge Suárez cuenta que  la Academia hollywoodense con anticipación a  la ceremonia del Oscar, entregaba a la prensa una lista con los nombres de los ganadores del premio. En 1939 hizo lo propio, pero por la popularidad de Lo que el viento se llevó y de los actores, la prensa no guardó el secreto y publicó el veredicto antes de la gala. Ese hecho obligó a la Academia a cambiar las normas. Desde entonces, los nombres de los ganadores del Oscar son un secreto hasta la noche de la ceremonia.

COLECCIONISTAS
Suárez dice  que el mayor coleccionista en el mundo  de Lo que el viento se llevó es Herb Bridges, con quien él mantiene correspondencia.  Anota   que la frase “me importa un bledo”, que pronuncia en la cinta Rhett Butler, fue censurada  y  los productores  prefirieron pagar una multa a cambiarla, pues sin esta, decían, la película no sería lo mismo. La frase que dice Scarlett al momento que enfrenta otra de sus crisis románticas: “después de todo, mañana será otro día”, es ya uno de los momentos gloriosos del cine mundial.