El cantautor venezolano atrajo a unas 9 mil personas en el Teatro Feria de Durán, la noche del miércoles pasado. Allí repasó sus clásicos y presentó temas nuevos.
“...qué haré sin ti Guayaquil”, decía Franco de Vita, acompañado del “Gracias”. Así el cantautor venezolano (nacido el 23 de marzo de 1954) asoció el estribillo “Si tu no estás mi vida, yo no sé qué haré...”, de la canción Si tu no estás, con la ciudad que la noche del miércoles pasado lo acogió con cariño en el Teatro Feria de Durán. Así, De Vita se despidió a las 23h50, de las aproximadamente 9 mil personas, que acudieron esa noche para ver su espectáculo. Con esa frase de agradecimiento, el baladista caraqueño, de padres italianos, se ganó al público.
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Y, De Vita se ‘metió en un bolsillo’ a sus seguidores, desde el inicio de su recital (que empezó a las 22h00) con otras frases como “Gracias al país que quiso verme por primera vez en mis inicios” o “Te amo Guayaquil”, cuando finalizó la melodía Te amo, en la que tocó el piano. En el mismo tema también respondió “Yo también” (en tono jocoso) cuando el público coreaba el estribillo “Te amo desde el primer momento en qué te vi...”.
Luego de eso se levantó del asiento, que estaba junto al piano, dejó de cantar por unos segundos para que la gente lo hiciera por él. De Vita siguió interactuando con el público con la expresión “No es para menos Guayaquil, te amo”. Así terminó esa canción, la quinta de un repertorio de 15, preparado para el recital del miércoles pasado en Durán.
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Pero el piano no fue el único instrumento que interpretó para acompañar sus canciones. A ratos cantó con una guitarra acústica, a ratos sin ella, solo con el micrófono en su mano derecha, pero con un derroche de energías que le permitieron recorrer los extremos del escenario porque él no quería que ningún espectador se quedara sin verlo lo más cerca posible.
El cantautor venezolano, que hasta 1983 integró el trío Ícaro, inició su show con canciones como Será y Fuera de este mundo, esta última apoyado por su guitarra de palo.
Así como en las letras de sus canciones aborda situaciones como el amor, el maltrato a la mujer o a los hijos, De Vita también mezcla otros géneros para sus melodías, entre ellos, el reggae y rock. Este último estilo se vio reflejado en Fantasía, Somos tres y Luis.
Aunque Fantasía tuvo un inicio rockero, a la mitad se transformó en tropical con la descarga de timbales que ejecutó el percusionista Luisito Quintero, uno de los 12 músicos con los que actuó el cantautor llanero. En Somos tres él solo fue con la batería que tocó Iván Velásquez.
Eran las 22h20 cuando a De Vita se le ocurrió detener su canto. En esa pausa bromeó con el público. “Hablé con los Sin Bandera, pero me dijeron que no podían venir a cantar conmigo Si la ves (del disco Stop, el más reciente, grabado este año). Así que quiero que ustedes me ayuden con la parte que canta Sin Bandera”.
De Vita sabe la aceptación que tienen sus primeros éxitos, por eso volvió al piano para cantar un popurrí de esas melodías, entre ellas Ya lo había vivido, Te pienso y Solo importas tú, esta última de la novela venezolana La Dama de Rosa, de 1986.
De vez en cuando, el suave sonido de un saxofón empezó a invadir el ambiente. Era Julio Andrade, quien interpretaba ese instrumento como preámbulo de la conocida Luis, en la que De Vita volvió a su guitarra.
Durante una entrevista, la tarde del mismo miércoles pasado en que cantó, el venezolano admitió que No basta (de 1991) es la canción más importante en su carrera (ganó ese año un premio MTV como mejor video latino), melodía que surgió mientras entraba a un cine. Por eso No basta, que tiene su historia como todas sus canciones, no podía faltar en su recital. Con las frases “Gracias por darle el cariño y afecto a los niños...no basta lo que vamos a hacer por ellos”, el público intuyó de inmediato el mensaje, que era la presentación de aquella exitosa canción de 1991.
Eran las 23h30, el cansancio era notorio en De Vita, su negra camisa empapada de sudor lo reflejaba más, tenía más que dar en el concierto. Amagó con irse (en realidad desapareció un par de minutos para vestir una camiseta también negra, sin mangas).
Era el turno para Ay Dios, en la que confesó ser su favorita del disco Stop. Cuando la terminó de cantar preguntó “¿qué otra quieren escuchar?”, la respuesta al unísono fue No hay cielo y De Vita complació a su gente.
A las 23h40, solo quedaban la infaltable Buen perdedor, aquella de 1984 que lo hizo famoso ese año, Si tú no estás y el improvisado estribillo “...qué haré sin ti Guayaquil” con el que empezó esta historia.
AGENDA
AYER
La merenguera puertorriqueña Olga Tañón debía presentarse anoche durante la séptima jornada de espectáculos internacionales programados en la Feria de Durán por las fiestas de Guayaquil. El grupo abridor previsto para Tañón era Deseo, de Ecuador.
HOY
Para esta noche estará el show de los Van Van y Juan Formell. Antes del sonero cubano actuará el guayaquileño Héctor Napolitano, quien cantará sus éxitos Bolón de verde, Cangrejo criminal, entre otros, desde las 20h00 Las entradas cuestan 5 dólares, general; 15, tribuna; 35, Vip; y 45, dólares, Gold.
MAÑANA
El argentino Diego Torres actuará mañana en un show, que iniciará el quiteño Francisco Terán, a las 20h00. Las entradas costarán 15 dólares, general; 25, tribuna; 50, Vip; y 60, Gold. Ambos volverán a presentarse el domingo próximo.