Un medicamento utilizado para tratar el sida parece ser la primera droga que trata eficientemente y a largo plazo la hepatitis B en enfermos que tienen muy infectado el hígado, órgano afectado por el virus.
 
El medicamento lamivudine, también conocido como 3TC, ha estado disponible para el tratamiento de la hepatitis B desde 1998, pero se desconocía las consecuencias de utilizarlo durante años en pacientes seriamente afectados por infección del hígado o cirrosis.
 
Los investigadores experimentaron con el medicamento durante casi tres años en 651 personas, la mayoría de ellos asiáticos, y concluyeron que reducía a la mitad el fallo del riñón y también las posibilidades que la enfermedad se convirtiera en cáncer de riñón.
 
Un 8% de aquellos que recibieron lamivudine vieron como su enfermedad empeoró, en comparación con un 18% que ingirió una píldora alterna. El estudio concluyó antes de tiempo por la diferencia entre los grupos. Finalmente todo el mundo recibió lamivudine.
 
La investigación puede hallarse en la nueva edición del New England Journal of Medicine, publicado el jueves.
 
Durante años y años y años, no teníamos nada que ofrecerle a los pacientes que tenían afectado el hígado por la hepatitis B. Así que es un estudio considerable, dijo el médico Jack R. Wands, del Centro de Investigaciones del Hígado y el Colegio Médico Brown, en la estadounidense localidad de Providence, Rhode Island.
 
Wand dijo que se está trabajando en otros medicamentos que puedan incrementar las opciones de los médicos para tratar infecciones incurables.
 
El virus de la hepatitis B se transmite a través de la sangre, intercambio de fluidos corporales, jeringas contaminadas compartidas y de madre a hijo.
 
El estudio, encabezado por el médico Yun-Fan Liaw, del Chang Gung Memorial Hospital y la universidad de Taipei Taiwán, se llevó a cabo en varios países asiáticos y de la región del Pacífico, donde la hepatitis B es un problema considerable.
 
Liaw dijo que algunos médicos se negaban a utilizar la lamivudine a largo plazo, ya que algunos pacientes se vuelven inmunes al medicamento; eso le sucedió a la mita de los participantes. Si la resistencia se desarrolla, dijo Liaw, los pacientes pueden cambiarse al nuevo medicamento de la hepatitis B, adefovir dipivoxil, o Hepsera. Hepsera fue aprobado hace dos años; aun se desconocen sus efectos a largo plazo.
 
Un tercer medicamento contra la hepatitis B, interferon, tiene efectos secundarios y se suele utilizar en los pacientes cuya infección renal es menos grave.
 
El estudio fue sufragado por GlaxoSmithKline, que vende el lamivudine como Epivir-HBV. Empleados de la empresa estuvieron involucrados en el estudio.