Los padres de los cinco niños se lamentan por los pocos ingresos económicos para cuidar a sus hijos.

Los quintillizos Chapa Guamán, de Cuenca, procreados mediante el método in vitro y cuyo nacimiento fue el centro de atención de esta ciudad en mayo de 1999, asisten al primer año de educación básica en la Escuela de la Consolación, en la parroquia El Valle.

Publicidad

Aunque el primer día de clases de sus cinco hijos fue de alegría para sus padres, Narcisa Guamán y Vicente Chapa, también aumentaron sus preocupaciones porque se suman más gastos económicos en su hogar.

Vicente comenta que solo en la compra de los uniformes ha gastado 300 dólares y que gracias a las religiosas de la escuela donde están los quintillizos no pagarán los 15 dólares de la pensión mensual escolar.

Publicidad

A sus gastos se suma el cansancio por las labores que realiza a diario la pareja en sus trabajos y el tiempo que le dedican al cuidado de sus hijos.

De lunes a viernes antes de laborar como chofer de buses urbanos, Vicente se levanta a las 05h00 para dedicarse a la agricultura en el patio de su vivienda, en el cruce de Monay, a cinco kilómetros de Cuenca, mientras Narcisa arregla a sus niños para llevarlos a la escuela, a dos kilómetros de su casa, en la parroquia El Valle.

“Los quintillizos, Diana Narcisa, Pablo Vicente, Gloria Del Cisne, Édison Ronaldo y Loli Miriam se desayunan juntos un galón de leche y un dólar de pan. Almuerzan en la guardería del ORI, Los Pitufos, y en la noche meriendan una sopita, acompañada de una taza de café o una agua aromática”, dice su padre.

Después de dejarlos en la escuela, dice Vicente que Narcisa Guamán se va a su trabajo donde despluma pollos muertos y por cuya labor recibe 200 dólares mensuales.

Los sábados la familia se dedica a descansar en su vivienda y los domingos a las 05h00 todos toman un bus para llevar 150 libras de pollo crudo al cantón Nabón, 71 kilómetros al este de Cuenca, para venderlas.

“Si no fuera por la ayuda de las hermanitas de la Consolación y su coordinadora María José Asensi, que tiene a mis hijos en la guardería hasta pasadas las 16h00, cuando los retiramos, no podríamos trabajar, porque los gastos nos han obligado a laborar a los dos”, refirió Narcisa.

Vicente dice que aunque tiene problemas económicos se siente muy feliz con sus quintillizos, a quienes engríe por igual, “si me dedico más a uno, los demás después se van a poner celosos”, comenta, mientras se le quiebra la voz de la emoción que lo invade al hablar de ellos.

APOYO

Procreación

En 1998 el matrimonio Chapa, después de intentar durante 17 años tener un hijo, se sometieron al método de procreación artificial in vitro. Ellos invirtieron 240 dólares (seis millones de sucres en aquella época) que tenían ahorrado.

Morada

La vivienda de dos plantas donde actualmente habitan es de ellos, pero por el paso de los años se ha inclinado y temen que se derrumbe en poco tiempo.

Fondo

Los esposos Chapa dicen que quisieran ayuda para contar con un fondo para educar a sus hijos y asegurarles un mejor futuro económico que el de ellos.

Ayuda

Las personas que estén interesadas en colaborar con los quintillizos pueden llamar al teléfono 07-289-6770 al domicilio de Vicente y Narcisa.