Cientos de seguidores llenaron la noche  del jueves la Catedral de la ciudad de Monterrey (norte), para acompañar en una  misa a la cantante Gloria Trevi, liberada y absuelta por un juez el pasado  martes.

La chica del pelo suelto, que acudió a la ceremonia religiosa acompañada  de familiares y amigos, no pudo ocultar el llanto cuando el sacerdote Ernesto  Ramírez pronunciaba su homilía.

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Sentada en la primera fila del recinto religioso, a la derecha del altar,  Trevi se mostró serena y reflexiva, a pesar del alboroto que  protagonizaron sus seguidores, quienes incluso mostraron en alto fotografías de  los diversos calendarios donde la artista aparece semidesnuda.

Al concluir la ceremonia en la que  Trevi agradeció haber sido  liberada, decenas de fanáticos la despidieron al grito de “sí se pudo”, en  referencia al veredicto de inocencia dictado el pasado martes por un juez del estado  de Chihuahua (norte).