Italia no confirmó ayer la muerte de sus dos voluntarias que se anunció en un sitio árabe de internet.
La situación de los rehenes en Iraq se agravó ayer con el anuncio, no confirmado, de la ejecución de Simona Torretta y Simona Pari, dos voluntarias italianas y los llamamientos de la familia del británico Kenneth Bigley para su liberación.
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Analistas afirman que la decapitación de rehenes es un calculado intento de incitar miedo a EE.UU. y sus aliados.
“Estas decapitaciones son un ejemplo, por excelencia, del principio del teatro del terror, hay un guión, actores, incluso utilería”, dijo Gabriel Weimann, experto en islam del Instituto de la Paz, en Washington.
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“No están usando a los rehenes como fichas para negociar. Están simplemente usando las imágenes para atemorizar a la gente y hacer que se vayan de Iraq”, dijo un consultor en seguridad radicado en Londres, quien pidió el anonimato.
En Bagdad, las embajadas de EE.UU. y de Italia no confirmaron la muerte de las italianas y un responsable sunita dijo que dudaba de la ejecución.
En Roma, el gobierno consideró poco creíbles los dos comunicados sucesivos anunciando la muerte de las mujeres, de 29 años de edad, que trabajaban para la organización pacifista Un puente para Bagdad y que fueron secuestradas el pasado 7 de septiembre.
Los comunicados fueron emitidos por la organización Ansar Al Zawahiri, que había reivindicado el secuestro y por otro grupo que se autodenominó Organización de la Guerra Santa.
Londres, tras un llamamiento desesperado de Bigley al primer ministro británico Tony Blair para que salve su vida, en un video difundido en internet, subrayó ayer que “no habrá ningún tipo de negociación con los terroristas”.
Familiares del rehén británico dijeron que la liberación de su hermano fue “saboteada” por EE.UU. al oponerse a la liberación de una científica iraquí bajo su custodia.
La negativa provocó la ejecución de los estadounidenses Eugene Armstrong y Jack Hensley, retenidos junto a Bigley por el grupo rebelde de Abu Musab Al Zarqawi.
Además un grupo iraquí desconocido hasta el momento, las Fuerzas Nacionalistas Iraquíes informó ayer de la liberación de dos periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot, secuestrados el pasado 20 de agosto por el autodenominado Ejército Islámico.
En Washington, el presidente de EE.UU., George W. Bush, y el primer ministro iraquí, Iyad Alawi, insistieron ayer en que las elecciones de Iraq son posibles a pesar de la continuación de la violencia y los atentados en varias regiones del país.