Un grupo de países en desarrollo, algunos de ellos latinoamericanos, presentaron en la Organización Mundial del Comercio (OMC) una propuesta para que se aborde el problema de la apropiación de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales en los trámites de patentes.
Así lo señalaron hoy portavoces comerciales, que dijeron que el objetivo es establecer claramente la obligación de informar sobre la fuente y país de procedencia de los recursos biológicos y saberes ancestrales utilizados en una invención, de modo que se evite la llamada "biopiratería".
El problema ha sido planteado a los países miembros de la OMC por Brasil, la India, Pakistán, Perú, Tailandia y Venezuela, y cuenta también con el apoyo explícito de otros países, como Ecuador y Cuba.
"Lo que pedimos es que las multinacionales no se lleven los productos naturales, como la maca o el ayahuasca, que pertenecen a países de gran biodiversidad, y que además reciban regalías por ellos", dijo a EFE una fuente latinoamericana.
Sin embargo, Estados Unidos "ni siquiera quiere debatir el tema, mientras que la mayoría de miembros que participan en el Consejo TRIPS están de acuerdo con mantener un debate constructivo al respecto", afirmó otra fuente vinculada con el asunto.
Según los países solicitantes, el Acuerdo sobre asuntos de Propiedad Intelectual vinculados al Comercio de la OMC (TRIPS) permite que se otorguen patentes por invenciones que utilizan recursos genéticos y saberes tradicionales sin tener en cuenta la Convención sobre Biodiversidad de las Naciones Unidas.
Los países afectados consideran que conocer el país y la fuente de origen de dichos recursos y conocimientos ayudaría a un mejor análisis de las solicitudes de patentes y prevenir equivocaciones en la concesión de las mismas.
La propuesta pretende una discusión sobre este tema en el seno de la OMC, así como aclarar cuál sería el efecto legal de una falsa información por parte del solicitante de la patente y sobre quién debería recaer una eventual sanción en caso de que ello se compruebe.
En su documento, los países interesados recuerdan que hay muchos casos comprobados de "biopiratería" en los que una patente fue acordada para recursos genéticos, productos y procesos que, en realidad, eran conocidos y utilizados de manera ancestral por las comunidades locales o tradicionales.