En enero del 2002, Enrique de Gales fue llevado a un centro de rehabilitación en Peckham, al sur de Londres, por su adicción a la marihuana y al alcohol.

Enrique de Gales o Henry Charles Albert David of Wales (su nombre completo en inglés), hijo del también príncipe Carlos de Inglaterra y la fallecida princesa Diana cumple hoy 20 años.

El príncipe Enrique, tercero en la línea hacia el trono británico y hermano menor de Guillermo (22 años), viajó el año pasado a Australia para pasar un año sabático (en una estación de barco), tras finalizar la secundaria en el exclusivo colegio Eton y antes de enrolarse como cadete en las Fuerzas Armadas británicas.

Publicidad

Enrique, a quien sus familiares y amigos más cercanos lo llaman Harry, es conocido también por su personalidad rebelde que empezó a desarrollar con la muerte de su madre el 31 de agosto de 1997 (en un accidente de tránsito), cuando él tenía 12 años.

Aquel rasgo rebelde, que se acentuó cuando tenía 18 años y cursaba el último año en el colegio Eton, contrasta ahora con la personalidad tímida que Enrique tenía en su infancia. Timidez que lo obligaba a esconderse frecuentemente de su madre, ante la prensa.

Irónicamente son los medios de comunicación los que ahora critican la actitud del príncipe Enrique por su protagonismo en fiestas salvajes y otros escándalos.

Publicidad

Pero eso no es lo único que distingue al tercero en la línea de sucesión hacia la corona británica. Enrique o Harry se caracteriza por sobresalir en los deportes, igual que su hermano Guillermo y su padre Carlos. Entre esas actividades constan el fútbol rugby y el polo.

En el primero de estos deportes apareció como parte del equipo de Inglaterra que se adjudicó la Copa Mundial de Polo en octubre del 2003 en Australia.

Publicidad

Uno de los escándalos en los que ha estado envuelto Enrique ocurrió en enero del 2002 cuando fumó marihuana y luego se emborrachó en una localidad británica llamada Wiltshire. El menor de los hijos del príncipe Carlos admitió en aquella ocasión haber consumido droga, según relató la AFP.

Pese a tratarse de un príncipe, la Policía de Wiltshire había anunciado, a inicios del 2002, que trataría a Enrique como a cualquier persona que ha consumido alcohol sin tener la edad legal mínima, que en Gran Bretaña es de 18 años.

En aquella ocasión Carlos envió a su hijo al centro de rehabilitación Feaherstone Lodge, en Peckham, al sur de Londres, según indicó el rotativo inglés The News of the word (Las noticias del mundo).

Ese mismo medio de comunicación  informó que Enrique había consumido drogas en fiestas privadas en la residencia real de Highgrove. Después de su rehabilitación, el príncipe Enrique admitió que cometió un error. “Aprendí la lección, nunca tuve la intención de ser así”, dijo.

Publicidad

A Enrique le afectó mucho la muerte de su madre, Diana, especialmente porque ocurrió dos semanas antes de cumplir 13 años. En muchas publicaciones el ahora veinteañero príncipe de Gales ha declarado la admiración por su madre, quien se caracterizaba por su labor caritativa.

Por aquella razón, cuando cumplió 18 años, Enrique prometió continuar con ese trabajo solidario que distinguió a su carismática madre.

“Ella se involucró en cosas  que nadie hizo antes, como con los enfermos de sida. Por eso deseo continuar con lo que ella no terminó”, dijo en  septiembre del 2002, cuando  visitó el Grand Hospital Ormond Street, donde Diana fue la presidenta.