El gobierno español regularizará a los inmigrantes ilegales que puedan demostrar un arraigo laboral de al menos un año, en el marco del desarrollo reglamentario de la ley de Extranjería que se aprobará en octubre, indicó ayer el ministro de Trabajo, Jesús Caldera.
Caldera aseguró que el reglamento de la norma aprobada en octubre de 2003 por el Parlamento contemplará la regularización de los inmigrantes irregulares que demuestren su vinculación laboral por un mínimo de 12 meses.
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El presidente de esa cartera de Estado reiteró que la política migratoria que aplicará el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se basará en el control de los flujos migratorios, según las necesidades del mercado de trabajo, la lucha contra la inmigración clandestina, la integración de los inmigrantes y la cooperación con los países de origen de donde proviene el grueso de los inmigrantes.
A fines de agosto, la secretaria de Estado para Inmigración, Consuelo Rumí, indicó que la regulación por arraigo laboral solo beneficiaría a quienes el régimen anterior dejó en calidad de “irregulares”.
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De los 2,6 millones de extranjeros que viven en España, más de un millón están en situación irregular, según diversas entidades de inmigrantes.