El Consejo Provincial del Guayas asegura haber invertido el 78,59% de su presupuesto en vialidad, pero los habitantes de varios cantones exigen mejores servicios básicos.

El “gran Guayas” con el que dice soñar el prefecto socialcristiano (con licencia por la campaña electoral), Nicolás Lapentti Carrión, depende –asegura él– del desarrollo de su red vial, cuya extensión es de 4.822 kilómetros, según cifras del propio Consejo Provincial.

De ahí que cuatro de las cinco propuestas principales del plan de trabajo que registró en el Tribunal Electoral del Guayas (TEG) hace cuatro años estén relacionadas a ese asunto: la concesión de las vías principales, la ejecución del Plan Japonés (rehabilitación vial con maquinaria donada por ese país) y la construcción de la vía Guayaquil-Salinas y el Puente Alterno Norte (PAN) para Guayaquil.

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De ese listado, sin embargo, Lapentti destaca como mayor logro la concesión a la empresa privada de 514 kilómetros de vías (su intención era cubrir 836 km incluyendo las peninsulares), que representan el 10% del total de los caminos de la provincia.

Las compañías Conorte S.A. y Concegua S.A. (del Grupo Hidalgo) manejan el servicio; durante los últimos cuatro años, estas invirtieron 140 millones de dólares, los cuales serán recuperados –según el contrato– en 20 años mediante el cobro de peajes.

Su costo –considerado el más alto del país– depende del tipo de auto que circule por las vías: un vehículo particular paga un dólar; uno de transporte intercantonal, 1,60 dólares; y otro pesado, 6. Al mes, un promedio de 350 mil automóviles livianos y 200 mil pesados utiliza esas vías.

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Eduardo Rugel, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte por Carretera del Guayas (que agrupa a 52 organizaciones), señala que su gremio no está descontento con el precio del peaje porque redujeron gastos por combustibles, repuestos y llantas. “Cuando las carreteras recién se concesionaron hubo un alto costo para la transportación, pero gracias al diálogo que tenemos con Lapentti y las concesionarias conseguimos congelar el peaje en el Guayas”, explica el dirigente.

En cambio, los 32 integrantes de la Asociación de Propietarios de Tanqueros de Combustibles del Guayas tienen otra opinión.
Aníbal Álvarez, su presidente, expresa que los costos de operación del transporte pesado se elevaron “enormemente”. Los usuarios –asegura– pagan entre ocho y diez mil dólares anuales por concepto de peajes, lo cual encarece el precio de los fletes.

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Un tanquero que viaja de ida y vuelta hasta Durán (a tres kilómetros de Guayaquil), por ejemplo, pasa por dos pontazgos: el del PAN y el de Durán (cerca de la ciudadela El Recreo). Seis dólares por cada paso. Total: 24 dólares

“Si ese flete costó 100 dólares, el transportista gastó el 25% en peajes”, dice Álvarez.

A diferencia de los transportistas intercantonales, los vehículos pesados no tienen una ruta fija, por lo cual no perciben ahorro en insumos para los vehículos, se queja él.

El prefecto con licencia explica que las tarifas vigentes responden a un “equilibrio económico financiero” que permite a las concesionarias tener ganancias y, al mismo tiempo, proteger la economía de los usuarios.

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Para evitar el incremento del precio del peaje (Conorte S.A. y Concegua S.A. recomendaron que los vehículos livianos paguen 1,20 dólares), el Consejo Provincial gastó, durante los últimos cuatro años, 9,5 millones de dólares en subsidios; es decir que asumió la diferencia del costo a favor de ambas empresas.

Dicha cifra representa el 4,5% del presupuesto (de 200 millones de dólares) ejecutado por la dependencia en ese mismo periodo de gestión.

“El Estado gasta 1.400 millones de dólares en subsidios de un presupuesto de más de siete mil millones de dólares; o sea, el 18%”, justifica.

Al hablar del resto de caminos (312 kilómetros de vías secundarias; 1.014 de caminos vecinales; y 2.656 de verano), Lapentti enfatiza: “Tenemos las mejores carreteras del país no solo en la red concesionada. Hemos avanzado en la reconstrucción de toda la red secundaria mediante el Plan Japonés y tenemos un plan inédito en el país de asfaltado de caminos vecinales que está avanzado en un 65%”.

Louis Hanna, ex presidente de la Cámara de Turismo del Guayas, señala que, en efecto, la Prefectura rehabilitó las vías rurales que forman parte de las rutas agrícolas-turísticas (cacao, café, banano, mandarina y otras) que promociona la provincia.

Pero los representantes de las nueve haciendas que conforman la Asociación de Ganaderos 27 de Enero de Las Yucas (Salitre) dicen sentirse marginados de la obra vial, aunque más de una docena de letreros con la leyenda “Nosotros sí cumplimos, reconstruimos” aparecen a lo largo de los 18 polvorosos kilómetros de la vía Las Yucas-La Victoria.

Esa zona –dice Bernardo Romero, presidente de la organización– no está incluída en el “gran Guayas” de Lapentti.