La cantante estadounidense popularizó los temas ‘Gloria’ y ‘Self control’ en 1982 y 1984.
La artista nació el 3 de julio de 1957 en Nueva York y falleció el pasado 26 de agosto de un aneurisma cerebral, mientras dormía en su casa, en Long Island.

No siempre es  necesaria una amplia trayectoria musical para que un determinado artista sea considerado como una leyenda. En ocasiones solamente basta una o dos canciones, o un par de álbumes  muy vendedores. Y, sobre todo, que su música marque una época, aunque su autor se retire de las grabaciones y escenarios o simplemente muera durante su apogeo. Y Laura Branigan fue una de esas cantantes que dejó una huella, por lo menos en nuestro país, con temas como Gloria, Self control, Lucky one o Solitaire, todos durante la década del ochenta.

Quizá para la nueva generación de discotequeros el nombre de Laura Branigan suene un poco obsoleto, salvo que escuchen alguna de sus canciones y digan: “¡Ah!, ya me acuerdo, pero era chiquito(a) cuando la pasaban por radio...”.

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No obstante, en Guayaquil muchas personas que ahora sobrepasan los 30 años de edad y que se consideren farreras sí recuerdan haber bailado la canción Gloria en sitios como la desaparecida discoteca Infinity (1978-1999).

Uno de ellos es Santiago San Miguel, de 32 años, fanático confeso de Branigan y conductor del programa radial y televisivo ‘Me quedé en los ochenta’. Sobre ella sostiene que “marcó una transición entre la música disco (que dominó en la década del  setenta) y el pop”.

Acerca de la cantante estadounidense, Luis Sánchez, director de la estación radial guayaquileña Cupido, dijo que “es imposible rememorar la década del ochenta y no pensar en Laura”.

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La canción Gloria, que apareció en  1982 en su álbum debut simplemente llamado Branigan, conservaba un poco del estilo disco de los setenta y se mezclaba con algo del pop que en su año de publicación se acentuaba.

Con aquel antecedente Gloria se convirtió en la más famosa que tuvo la cantante estadounidense, nacida el 3 de julio de 1957 en Brewster, Nueva York, y fallecida el pasado 26 de agosto por un aneurisma cerebral, mientras dormía  en su casa de East Quogue, en la península de Long Island.

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Aunque Branigan fue popular en Ecuador, nunca dio un concierto en el país.  En la década del noventa hubo la posibilidad de traerla, pero no se concretó.

La permanencia durante 36 semanas entre  las diez primeras posiciones de popularidad, en revistas especializadas como la Billboard, un disco de platino y la nominación de un premio Grammy (los más importantes en la industria) como mejor vocalista femenina confirmaron el éxito de Gloria en aquel 1982.  Incluso la versión en castellano que interpretó Parchís, la banda española infanto-juvenil de los ochenta, la popularizó más.

Pero esa canción no fue la única en la trayectoria de Laura Branigan, que tuvo su apogeo entre  1982 y 1987.  El último de los siete trabajos en estudio que ella grabó fue en 1993 y se tituló Over my heart.

De Self control, que pertenece al álbum del mismo nombre (1984), se puede decir que es la segunda más importante. 
La era disco había quedado atrás y su estilo era pop puro con una introducción de guitarra eléctrica en el inicio de la canción y el estribillo: “Oh, the night is my world...(oh, la noche es mi mundo)”. O su coro: “You take my self, you take my self  control... (me tomas y me controlas)”.

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En 1984 la cantante estadounidense grabó a dúo con el cantante  Luis Miguel (quien nació en Puerto Rico, pero creció en México) para el disco Soy como quiero ser, de este artista.

Además de Gloria, Branigan estuvo nominada al premio Grammy con las canciones Self control, Solitaire y How am I suppose to live with you (en coautoría con el también estadounidense  Michael Bolton.

También se caracterizó por su labor social y la forma de cuidar su vida personal (no se le conocieron escándalos).  Ella apoyaba a la organización Project Angel Food, donde conseguía alimentos para niños con sida.

Por eso, cuando la noticia de su muerte se difundió el 29 de agosto pasado, su hermano Mark pidió a los seguidores de la cantante que  mejor envíen donaciones a esa organización y no ofrendas florales para Branigan.

En la década del ochenta, en Hoollywood se acentuaba la tendencia de vender las películas de cine con una buena banda sonora y allí Branigan aprovechó la popularidad del momento para participar con su música en las cintas Flashdance, Cazafantasmas,  Salsa y Un príncipe en Nueva York.

También estuvo vinculada con la actuación. Entre sus apariciones constan series televisivas como Chips (conocida en Ecuador como Patrulla Motorizada y que protagonizaba el puertorriqueño Erik Estrada), mientras que en el 2002 encarnó en teatro (Broadway) a la también fallecida cantante Janis Joplin (4 de octubre de 1970).

No obstante, la fama de la cantante Laura Branigan se basó en su música con la que “aportaba sobre el escenario mucho más que su voz.  Ella era capaz de crear una profunda relación con sus fanáticos”, opinó John Bowers, su representante, el 29 de agosto pasado.

Aunque Laura Branigan grabó siete discos, entre 1982 y 1993, solamente Gloria y Self Control fueron los  temas que la identificaron y que siempre recordarán quienes los escucharon y bailaron en los ochenta.

Una canción

Self Control (1984)

Oh, the night is my world
City light painted girl
In the day nothing matters
It’s the night time that flatters
In the night, no control
Through the wall something’s breaking
Wearing white as you’re walkin’
Down the street of my soul
You take my self, you take my self control
You got me livin’ only for the night
Before the morning comes, the story’s told
You take my self, you take my self control
Another night, another day goes by
I never stop myself to wonder why
You help me to forget to play my role
You take my self, you take my self control
I, I live among the creatures of the night
I haven’t got the will to try and fight
Against a new tomorrow, so I guess I’ll just believe it
That tomorrow never comes
A safe night, I’m living in the forest of my dream
I know the night is not as it would seem
I must believe in something, so I’ll make myself
believe it
That this night will never go
Oh-oh-oh, oh-oh-oh, oh-oh-oh, oh-
oh-oh
Oh-oh-oh, oh-oh-oh,
 oh-oh-oh, oh-oh-oh
Oh, the night is my world
City light painted girl
In the day nothing matters
It’s the night time that flatters
I, I live among the creatures of the night
I haven’t got the will to try and fight
Against a new tomorrow, so I guess I’ll just believe it
That tomorrow never knows
A safe night, I’m living in the forest of a dream
I know the night is not as it would seem
I must believe in something, so I’ll make myself believe it
That this night will never go
Oh-oh-oh, oh-oh-oh, oh-oh-oh, oh-oh-oh, oh-oh-oh
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control
You take my self, you take my self control ...