Habitantes del recinto Montañita se dirigieron a las autoridades de educación y del gobierno central para que se les construya una escuela en el sector y les designen un profesor fiscal.

Su pedido lo basan por la gran cantidad de alumnos existentes en su comunidad y que no tienen un sitio apropiado para estudiar.

Actualmente los 46 alumnos que se educan reciben clases en una área pequeña de caña y usan como pupitres unos tableros construidos con rechazos de madera.

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El piso es de tierra y los estudiantes corren el peligro de ser picados por las avispas que existen en el lugar.

Por lo despejado del área les molesta el sol y el polvo que dejan los vehículos que transitan por la vía. Las clases son dictadas por   una profesora que es pagada por los progenitores de los niños.

Cristina Paredes, presidenta del comité de padres de familia, señaló que la situación de los niños es crítica porque si quieren educarse en otro lugar no pueden hacerlo pues el recinto más cercano está ubicado a 12 kilómetros.

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