La fundadora y directora de este medio de comunicación habla de sus inicios y de la trayectoria de    su magazine, que el próximo 18 de septiembre cumplirá 40 años.

Rosa Amelia Alvarado Roca se encontraba en la sala de redacción de la revista Hogar.

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Vestida con un traje café –y con una sonrisa amplia– la directora de este medio de comunicación inspeccionaba los últimos detalles de la edición número 481. Eran las 15h30 del pasado 2 de septiembre, fecha marcada en el calendario para el cierre.

Pero el número de esta edición representaba mucho para la fundadora de Hogar. Tras él había cuarenta años de historia.
Cuarenta años de dedicación. Cuarenta años de esfuerzo.

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El olor a pan caliente combinado con dulce (abajo de la revista hay una panadería) recorría la oficina y la sala de sesiones de la directora de Hogar. Y fue en este último espacio donde, con minuciosidad, recordó la evolución de su obra editorial.

Cuando Rosa Amelia Alvarado tenía 20 años quería desafiar al mundo. La revista Vistazo, fundada por su padre y hermano, ya tenía su nicho en Guayaquil, pero faltaba un magazine femenino.

Entonces, la joven, quien había estudiado literatura en Francia, llena de ilusiones y con mucho ímpetu asumió el reto. Los meses previos al 18 de septiembre de 1964 –fecha en que circuló por primera vez la revista– estuvieron llenos de planificación.

En forma muy pausada y sin atropellar sus palabras, la directora recuerda que la primera etapa de su revista fue bastante sencilla, “porque en este medio no teníamos la capacidad de hacerlas como hoy, en papel cuché y con cuatro colores”.

Hogar nació en blanco y negro y todo su contenido estuvo impreso en papel periódico. Los nombres de los profesionales que emprendieron con Rosa Amelia esta aventura no faltaron en su relato, los mismos que aparecen sin pensarlo mucho.

El primero fue Nila Velázquez. Ella permaneció doce años en la revista y ambas experimentaron jornadas apasionantes de “jóvenes con muchas ilusiones e idealismos por delante”.

Nancy Bravo, quien trabajó el primer año, ingresó a su lista de colaboradores, además de otros, como el fallecido Alberto Borges, quien era redactor de planta de Vistazo. El periodista escribió temas culturales y artículos de fondo desde el primer número de Hogar.

La edición número 1 de la revista tuvo como portada a Jackeline Kennedy. “Todavía el mundo estaba impactado por el asesinato de John F. Kennedy y la imagen de su esposa era de una mujer valerosa. Por eso se la eligió”, recuerda.

La dama guayaquileña Dorita Albán de Paulson bautizó con el nombre de Hogar a la revista. Para Rosa Amelia, palpar el primer ejemplar significó una profunda emoción que todavía se mantiene. Dice que la revista ha ido evolucionando con el tiempo, tanto en lo técnico como en su presentación.

El rechazo absoluto a las dictaduras internas y del exterior formaron parte de la tinta  de Hogar, desde el 64 hasta finales de los 70. Y es que, aunque el contenido básico de la revista dirigido a la mujer ecuatoriana era similar al actual,tuvo sus diferencias.
Los temas de denuncia política o social se hicieron presente cuando empezó a circular.

Hubo una época de defensa, por ejemplo, con los editoriales que le hacían frente a las dictaduras militares. O temas relacionados con monseñor Leonidas Proaño, obispo de Riobamba, quien luchó en defensa de los derechos indígenas.

Para Rosa Amelia, la voz de Hogar era muy respetada. Una voz de protesta. Altiva. Una voz que tenía un posicionamiento político muy claro. Y por ello quiso dejar plasmada esta faceta de Hogar en letras. Decide, entonces, en 1980, editar un libro con la selección de algunos de estos editoriales.

Así, Rosa Amelia narra otra de sus pasiones: la poesía. Pasión que ha estado siempre dentro de ella y entre sus recuerdos más íntimos aparece uno, quizá uno de los más importantes. Ella tenía 14 años cuando le escribió un poema a su madre, Amelia Roca Alvarado, el Día de las Madres.

Su voz se vuelve más aguda al contar esta parte de su vida, cuya historia termina con su padre, quien como le fomentaba esta pasión innata, publicó el verso en la revista Vistazo.

Entre libros y pasiones
La literata ha editado en total cuatro libros: Recopilación de los editoriales, Entre abanicos y recuerdos, Canciones sin tiempo y El silencio de las palabras.

Se califica como una mujer realizada, más ahora con el aniversario número 40 de Hogar. “Porque la revista Hogar para mí es mi otro yo. Es mi piel, es parte de mí misma... Son 40 años que hemos ido juntas de la mano sin habernos separado”.

La poeta refleja una satisfacción muy grande al hablar de su revista. Sonríe y confiesa no poder desprenderse de ella, pues hablar de Hogar es hablar de Rosa Amelia Alvarado y hablar de Rosa Amelia es hablar de Hogar. No se las puede separar.
“Hogar es una razón de vida”.

La revista ha sido también testigo de la trayectoria de la mujer ecuatoriana y Rosa Amelia Alvarado no dejó de publicarla en sus páginas.

En Ecuador, la evolución del género femenino, en la política o en la cátedra universitaria, ha sido muy notoria, matiza, pero siempre con esa lucha permanente de que se le reconozca su capacidad, pues el hombre no tiene que demostrarla. La mujer sí.

De sus pensamientos se desprende una frase en la que expresa que falta todavía apoyo hacia ella (la mujer). “Existe un poco el machismo latino, que quiere mantenerla en un segundo plano. Ya la mujer útero pasó. Porque ella puede tener la responsabilidad de dirigir empresas, la política de un país y una buena relación con sus hijos”.

De la mujer pasa a la cultura, pues las páginas de la revista también se han visto identificadas con esta forma de vida, al igual que su fundadora.

La cultura para la literata tiene nombres y apellidos. Y es que en el ámbito cultural tiene amigos muy queridos. Es así como empieza a nombrarlos sin parar: Beatriz Parra Durango  (soprano), Fernando Cazón Vera (poeta), Sonia Manzano (poeta)...

Ella se siente muy feliz en este medio y con Hogar lo que ha tratado es convertirse en una especie de voz para los valores ecuatorianos.

Guayaquil ha crecido –dice Rosa Amelia– y con ella el ambiente cultural, pues antes había solo dos instituciones que realizaban este tipo de actividades (Patronato de Bellas Artes y la Casa de la Cultura), ahora hay un abanico de opciones.

La fundadora de Hogar hace suyas las palabras de la poeta chilena Violeta Parra para decir: “Gracias a la vida que me ha dado tanto”. Ella no concibe su vida sin la literatura. Por ello, sus planes son editar un nuevo libro de poemas el próximo año.

Rosa Amelia Alvarado Roca seguirá en Hogar. Seguirá escribiendo hasta cuando pueda.  Ella no concibe la vida sin amor en todos los actos, como el pasional o el filial. Se siente una mujer amada y que ha amado. Una mujer feliz, que no le tiene miedo a la muerte y ama a la vida, la cual ha querido representar en el logotipo de Hogar: una rosa.

Notas

Ediciones
La primera edición de Hogar circuló el 18 de septiembre de 1964; la más reciente lo hará este 9 de septiembre.

Contenido
La próxima edición tendrá por primera vez 244 páginas. Su contenido estará dedicado al recuerdo: 40 años en la vida de la mujer, en la moda, en la decoración y también se destacará cómo era el mundo cuando Hogar nació.

Redacción
La redacción de Hogar está compuesta por 11 profesionales. Su editora es Gabriela Gálvez.