El papa Juan Pablo II pidió el rechazo de la idolatría, que calificó como una tentación de la humanidad “en todos los tiempos y lugares que priva al hombre de su dignidad”.
El Pontífice hizo estas manifestaciones durante su tradicional audiencia de los miércoles, en la que subrayó que quien adora “los ídolos de la riqueza, del poder y del éxito pierde su dignidad de persona humana”.
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El papa Karol Wojtyla, con buen aspecto aunque voz débil, recordó que “al contrario de quien practica la idolatría, los fieles del Señor saben que tienen en el Dios viviente su ayuda y su escudo”.
Juan Pablo II, de 84 años, celebró la audiencia en el aula Pablo VI del Vaticano, adonde se trasladó en automóvil desde su residencia estival de Castelgandolfo, a unos 50 kilómetros de Roma.
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Como es habitual, tras la audiencia saludó en distintos idiomas a los fieles, entre los que había numerosos ciudadanos polacos, a los que envió un mensaje con motivo del 65º aniversario de la invasión nazi de Polonia y el inicio de la II Guerra Mundial.
“En esta ocasión envío un particular saludo a todos los defensores vivos de nuestra patria, mientras confío a la misericordia de Dios los caídos en la guerra”, señaló.
“A todos los polacos deseo que nunca más deban vivir el drama de la guerra”, añadió, antes de pedir a Dios que dé al mundo la gracia de la paz.
Además, pidió la liberación de los dos periodistas franceses secuestrados en Iraq, al tiempo que condenó la ejecución de doce nepalíes en ese país y los últimos atentados perpetrados en Rusia e Israel.