Para su gira Re-invention tour, la cantante estadounidense Madonna recurrió a grandes modistos, como Christian Lacroix, Karl Lagerfeld y Stella McCartney, a fin de mantener fiel su imagen de ícono de la moda. Con ropa provocadora o discreta, la estrella acapara desde hace 20 años la atención de prensa especializada en farándula y de celebridades, pendientes de cómo se viste.
Los creadores que Madonna elige para vestirla en la calle y en los escenarios se benefician con una formidable promoción, sean ya o no célebres (Prada, Dolce&Gabbana, etcétera). Por ejemplo, fue ella quien dio a conocer al belga Olivier Theyskens hace unos años, al asistir con uno de sus modelos a una ceremonia de los Oscar. Stella McCartney, que se convirtió en su amiga, le diseñó el traje de novia para su enlace con Guy Ritchie.
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Para su gira 2004, la cantante encargó a Christian Lacroix un corsé de raso rosa pálido pintado con hojas de oro y realzado con bordados; lo luce con un short y botas negras.