Comparado con países más grandes de la región, Ecuador ha dado pasos más importantes en el sistema de atención a los discapacitados, asegura Ramiro Cazar, director nacional del Conadis (Consejo Nacional de Discapacidades).

Según Cazar, el informe internacional incluso no toma en cuenta que en el 2001 la ONU premió a Ecuador por haber avanzado en la atención de los discapacitados.

Sin embargo, pese a tener una de las normativas más sobresalientes de la región y de los avances en políticas de educación, salud y ayudas técnicas, estas no se cumplen a cabalidad por falta de recursos, explica Cazar.

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Así, de los aproximadamente 1’600.000 discapacitados que existen en el país, alrededor del 10% recibe  atención especializada. “La mayoría acude a servicios de atención general y esto se da porque los servicios sociales son pocos, el acceso a ellos es complicado y los recursos para este tipo de servicios son menos”, dice Cazar, quien añade que en materia laboral está en el Congreso una ley que obliga a que al menos el 4% de los puestos del sector público y privado esté ocupado por discapacitados.