Un olvidado cortometraje de El Gordo y el Flaco, en el que el dúo cómico aparece hablando en un alemán imposible de comprender, fue reestrenado durante el XX Festival de Verano (boreal) de la Cinemateca de Bonn (oeste) este fin de semana, para nuevo regocijo del  público.
 
"The Laurel and Hardy murder case", traducido al alemán como "Fantasma en la medianoche", de 40 minutos de duración y producido en 1930, no es uno de los mejores de los 106 filmes rodados por Stan Laurel y Oliver Hardy durante su carrera cinematográfica.
 
Los espectadores que asistieron a la exhibición volvieron a disfrutar y aplaudir efusivamente la película, casi como hace 74 años durante su primer estreno en Berlín. No solo por las cómicas situaciones protagonizadas por ambos, sino por la pronunciación ininteligible de sus diálogos que los hacía más chistosos todavía.
 
El innegable valor histórico de esta copia, encontrada en un archivo de Moscú (Rusia), radica en que es la última que queda de la media docena de filmes que El Gordo y el Flaco tradujeron personalmente al alemán y a otros idiomas, como español, francés e italiano.
 
"Debemos la existencia de estas versiones fonéticas a que en la época del  advenimiento del cine sonoro era extremadamente complicado, desde el punto de vista técnico, producir filmes con subtítulos en otras lenguas o con doblajes sincronizados", explicó Stefan Droessler, director del Museo del Cine de Múnich (sur), quien hizo el hallazgo en un archivo cinematográfico de Moscú.
 
"Para continuar vendiendo sus productos a los cines del extranjero, los productores de Hollywood, como Hal Roach en este caso, realizaban versiones en otros idiomas, además del original en inglés para el mercado de Estados Unidos", señaló el experto.
 
Stan Laurel (Reino Unido 1890-Santa Mónica, California, Estados Unidos  1965) relató en una entrevista cómo cumplían esta labor con Oliver Hardy (Harlem, Georgia 1892-Burbank, California, Estados Unidos 1957).
 
"Primero rodábamos el filme completamente en inglés", explicaba El Flaco. "Después nos reuníamos con los intérpretes de francés, alemán, italiano y  español. Preparábamos entonces la cámara para la primera escena. Primero el intérprete nos explicaba otra vez en inglés de qué iba el diálogo antes de repetirlo nuevamente en francés o en cada uno de los otros idiomas”.
 
"Lo que nos decía", continuó Laurel, "lo escribíamos en la forma en que debía pronunciarse, tal como lo habíamos escuchado. Al saber qué significaba lo que estaba escrito, podíamos enfatizar el diálogo correctamente durante el rodaje. Entonces rodábamos la versión en francés de la primera escena. Inmediatamente después dejábamos la cámara encendida y rodábamos la versión en alemán, y sucesivamente en los otros idiomas".
 
Así filmaban El Gordo y el Flaco cuatro veces cada escena antes de mover la cámara hacia la siguiente posición. Laurel decía que los espectadores en cada uno de los países de habla alemana, española, francesa o italiana no  tenían ningún problema para entenderles, lo cual fue nuevamente confirmado este fin de semana durante el festival de Bonn.
 
El público estaba tan convencido que cuando Laurel y Hardy visitaban personalmente a sus admiradores en Europa "la gente se quedaba sorprendida de que no domináramos sus idiomas", concluía afirmando El Flaco.