La cantante norteamericana Madonna inició el pasado sábado su gira europea Re-inventio en Manchester (norte de Inglaterra), con un concierto en el que las entradas se agotaron una hora después de ser puestas en venta en mayo pasado.

Miles de fanáticos aplaudieron y gritaron cuando la estrella pop  norteamericana apareció en el escenario del Manchester Evening News Arena para cantar su éxito Vogue.

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Madonna, de 46 años (que los celebra hoy), estaba vestida con un minishort negro, un sujetador plateado y unas botas hasta las rodillas. Durante el concierto, la estrella cantó sus principales éxitos, acompañada por bailarines y cantantes. Luego de Manchester, Madonna es esperada en Londres, París, Arnhem en  Holanda y Lisboa. Inició su gira, la primera en tres años, en mayo en Los Ángeles.

El regreso al escenario de Madonna, hoy en día madre de familia, fue recibido por la prensa norteamericana con críticas mitigadas, y algunos diarios le reprocharon a la cantante haber abandonado sus tradicionales referencias al sexo en favor de sus nuevas obsesiones espirituales.

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Madonna pidió una sala de meditación para practicar la Cábala, compendio del misticismo judío, antes de los conciertos de su gira por el Reino Unido, publicó el sensacionalista The Sun.

La cantante quería una habitación insonorizada con el fin de poder entrar en trance durante una hora antes de salir al escenario, según fuentes cercanas a la artista consultadas por el diario británico.

La intérprete de canciones tan conocidas como Material girl es aficionada desde hace algún tiempo a la tradición mística de la Cábala, si bien algunos líderes de ese culto no se han mostrado muy entusiasmados con la nueva fiel.

El más anciano y venerado cabalista judío, Isaac Kaduri, declaró a la prensa israelí que está prohibido enseñarle la Cábala a la Reina del pop.

“No sé quién es ni la conozco”, replicó Kaduri al ser preguntado al respecto.