“Usted puede ser la próxima víctima”. La propaganda de puertas metálicas de seguridad que se transmite por la televisión pagada, no tiene empacho en restregarnos nuestros miedos en la cara. “Seguramente su puerta no lo protege”, afirma una categórica voz en off, con la certeza de quien la hubiera examinado. Digamos que este tipo de lenguaje inductor y sensacionalista tiene una justificación publicitaria, pues nadie gastaría varios miles de dólares en una puerta de seguridad si no fuera porque está asustado.
Pero los vendedores de esas puertas no son los únicos que viven de nuestro miedo.
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“TC me enseñó a cuidarme”, decía un taxista, con el tono de voz de quien recita una lección aprendida, en una reciente cuña autopromocional de ese canal, cuyo lema era “mucho más que noticias”. Consecuente con la consigna, Jonathan Carrera, reportero estrella de la crónica roja, teoriza de la siguiente manera sobre la función social de su trabajo: “Si a la gente le decimos: están asaltando en su barrio, la gente se va a proteger. Si a la gente le decimos: le están asesinando, le están dando cuatro o cinco puñaladas, la gente se asusta, se va a tratar de proteger... La crónica roja alerta”.
A confesión de parte, relevo de prueba: un buen porcentaje de las noticias que nos entrega a diario ‘El Noticiero’, de TC, han sido elaboradas con el propósito manifiesto de mantenernos asustados. Efectivamente, TC ofrece “mucho más que noticias”: ofrece miedo. En lugar de fomentar el conocimiento del problema de la inseguridad, fomenta el incremento de nuestra paranoia.
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No es casual que se sirva, para ello, de los recursos de la inducción publicitaria. La idea de que “usted puede ser la próxima víctima”, que tan bien se acomoda a los promoción de puertas de seguridad, está presente (con idénticas o parecidas palabras) en cada una de las notas de crónica roja de ese canal. TC no informa: vende.