“Usted puede ser la próxima víctima”. La propaganda de puertas metálicas de seguridad que se transmite por la televisión pagada, no tiene empacho en restregarnos nuestros miedos en la cara. “Seguramente su puerta no lo protege”, afirma una categórica voz en off, con la certeza de quien la hubiera examinado. Digamos que este tipo de lenguaje inductor y sensacionalista tiene una justificación publicitaria, pues nadie gastaría varios miles de dólares en una puerta de seguridad si no fuera porque está asustado.