Henri Cartier-Bresson, uno de los grandes maestros de  la fotografía del siglo XX, murió a los 95 años en la Isle-sur-la-Sorgue (Vaucluse), informaron ayer fuentes cercanas.

Henri Cartier-Bresson, que iba a cumplir 96 años el 22 de agosto próximo, murió el lunes pasado en su casa Le Clos, en la Isle-sur-la-Sorgue. Su sepelio se realizó ayer.

“Hacía varios días que ya no se alimentaba. Se debilitaba lentamente”,  indicaron esas fuentes.

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Nacido en Chanteloup (Seine-et-Marne, cerca de París), hijo de un  industrial, el fotógrafo se impuso por un estilo intimista, que lo convirtió en  el maestro indiscutido de la escuela francesa de fotografía.

Fotógrafo humanista, siempre en sintonía con el objeto de sus gráficas, Henri Cartier-Bresson  (mucho tiempo reportero gráfico) cofundó en 1947 con Robert Capa, entre otros, la  agencia cooperativa de fotos Magnum.

“La cámara es la prolongación de mi ojo”, solía decir el fotógrafo, que aborrecía los flashes en su trabajo y cuya doctrina del “instante decisivo” en la fotografía le convirtió en uno de los maestros indiscutibles de ese arte en todo el mundo.