La compañía Chevron Texaco, además de fundamentar en el juicio que las labores de remediación se cumplieron satisfactoriamente, abrió nuevos frentes de defensa, como responsabilizar a la estatal Petroecuador por la supuesta contaminación en los últimos catorce años, y plantear una demanda de arbitraje en Estados Unidos contra el estado ecuatoriano, por corresponsabilidad en el manejo de los campos petroleros.

También emprendió una campaña de difusión de su postura mediante publicaciones contratadas en los principales medios escritos del país.

En el último remitido, que se publicó el pasado lunes, la Chevron Texaco anuncia que “recibe con satisfacción el inicio de las inspecciones judiciales”.

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“La Corte tendrá la oportunidad de considerar el sustento científico confiable y los hechos probados, que dejarán a la vista las acusaciones sin fundamento y demandas escandalosas formuladas por los abogados estadounidenses que han interpuesto este juicio”, refiere.

El manifiesto de Chevron Texaco destaca las labores de remediación, entre 1995 y 1998, y recuerda que “el Estado reconoció que Texaco cumplió con todas sus obligaciones, por lo que quedó liberada frente a cualquier reclamo”.