El dueto argentino de rock folk, que se reunió fugazmente en el 2000 tras su disolución en 1975, catapultó las carreras musicales de sus líderes, Charly García y Nito Mestre.

Quiero contarles una anécdota. Cuando cursaba el primer año en una de las universidades en Guayaquil, la cita obligada al salir de clases o durante los atrasos en los cambios de hora, era el patio, donde no faltaba alguien con su guitarra de palo. Y cuando no llegaba el profesor, aquella tertulia era larga, mientras aparecía el estribillo: “Me echó de su cuarto gritándome/ no tienes profesión/ tuve que enfrentarme a mi condición/ en invierno no hay sol...”.

“Qué buena letra. ¿De quién es esa canción?”, pregunta un amigo. Otro responde: “Ni idea, solo cántala...”. Termina la melodía y su intérprete añade: “Se llama Confesiones de invierno, no sé quién la canta porque solo la escuché una vez y se me quedó”.

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Aquel estribillo pertenece a Sui Géneris, aquella banda argentina (o más bien dueto) que en la década del setenta presentó en sociedad a un entonces veinteañero Charly García, el ícono del rock en su país, ahora deteriorado por su conocido abuso de las drogas y polémica personalidad. Pero Charly es una historia  muy aparte.

El vocablo sui géneris es una expresión del latín que significa ‘único en su género o especie’ y que se utiliza en el idioma castellano para calificar algo muy singular. 
Y fue sui géneris  el primer encuentro de Charly García y Nito Mestre, su compañero de fórmula en la banda.

“Yo le tiraba onda (galanteaba) a una mina (chica) en el colegio cuando vi a Nito por primera vez. Nito llevaba el pelo engomado hacia atrás, que le dejaba ver unas enormes orejas como pantallas de radar, pero él y sus amigos me cargaban (fastidiaban) y no sabía por qué”. Así Charly relata (en las entrevistas televisivas, entre ellas al canal de cable People & Arts) su primer encuentro con Nito.
Aquello sucedió en 1969 cuando ambos eran los líderes de To Walk Spanish y The Century Indignation, las bandas de rock más populares del colegio Santa Rosa, en Caballito, provincia de Buenos Aires.

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“Hablamos acerca de Los Beatles. Él organizaba un concierto, luego me invitó para que cantara en su banda y yo le dije que podría ser. Así empezó todo”, cuenta Nito. Entre 1970 y 1972,  ambos empezaron a ganar experiencia en varios recitales junto con músicos reconocidos de la época como Litto Nebbia, Roque Narvaja y  Luis Alberto Spinetta.

Sui Géneris (entiéndase como singular o excepcional) fue el inicio, el fin en 1975 y el esperado regreso a fines del 2000, tras 25 años de separación. Siempre fue Sui Géneris.

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Singular, como la fusión de voces entre Charly (con un viejo piano) y Nito (guitarra y flauta traversa) “casi al borde de la lectura de pensamiento”, como reveló el último de estos en otra entrevista.

El inicio de la banda quedó marcado por un estreno masivo en el festival BA Rock 1971, en el que estuvieron a punto de desistir su presentación por los nervios.

Aquel espectáculo se filmó y forma parte de la historia del rock argentino, de su cultura, en medio de los problemas sociales por el inicio de la dictadura militar, que agobiaba, especialmente, a los adolescentes.

Por aquel entorno, “la temática de las canciones era contestataria, social, adolescente, pero con una mezcla de lenguaje informal y a la vez poético”, como explica León Gieco, otro de los grandes del rock argentino y amigo de Charly y Nito.

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Como ejemplos a ese estilo polémico, que reflejó la entonces naciente personalidad explosiva de Charly, son las canciones Juan Represión y Botas locas, dos de los primeros temas censurados en Argentina y obligados a cambiar las letras originales.

“Juan Represión sabe que no hay nadie que lo ame/ las balas que la gente tiene lo asesinaron de pie/ esta es la historia de un hombre  que supo muy pocas letras y soñó con la justicia de los héroes de historieta”, dice un fragmento de Juan Represión en la que Sui Géneris cuestionaba a la Policía.

Mientras que Botas locas iba dirigida a los militares con estribillos como: “Yo formé parte de un ejército loco/ tenía 20 años y el pelo muy corto/ pero mi amigo hubo una confusión/ porque para ellos, el loco era yo... es un juego simple el de ser soldado/ ellos siempre insultan, yo siempre callado...”.

Ambos temas fueron inicialmente concebidos para Pequeñas anécdotas de las instituciones, el cuarto trabajo de Sui Géneris en 1974. Los anteriores eran el debutante Vida (que originalmente debía llamarse Cuando comenzamos a nacer, como titula una de sus once canciones) en 1972; Confesiones de invierno, en 1973; Alto en la torre, un simple de cuatro temas en 1974.

Durante esos años, Sui Géneris fue adaptando su inicial estilo de rock folk (acústico) hacia una tendencia más eléctrica, que no terminó de agradar a sus primeros seguidores y que en parte incidió en la posterior disolución del grupo durante la gestación del disco Ha sido, el trabajo “que no fue”.

La otra razón para el final de la banda fue tocar en “un círculo (los mismos sitios)”, que empezó a aburrir a Charly.

Y fue sui géneris la despedida, documentada en el filme Adiós Sui Géneris en el Luna Park, el 5 de septiembre de 1975, más tres volúmenes de aquella mítica presentación.

En diciembre de 1980 hubo un fallido intento por reencontrarse en Uruguay, ante unas 16 mil personas. Charly lideraba Serú Girán, mientras que Nito cantaba con Los Desconocidos de Siempre. Pero en el 2000 el proyecto se hizo realidad con un disco nuevo llamado Sinfonía para adolescentes y varias presentaciones en estadios como la Bombonera (del club  Boca Juniors) que reunieron a padres e hijos (120 mil personas).

Dos generaciones juntas que se emocionaron con algunos estribillos clásicos, entre ellos aquel: “Me echó de su cuarto gritándome...”. Entonces, cuando algún amigo suyo lo cante con su guitarra de palo sabrá quiénes fueron Sui Géneris.

NOTAS

Los verdaderos nombres de Charly y Nito son: Carlos Alberto García Moreno y Carlos Alberto Mestre.

La banda original la integraron Charly (teclados y voz), Nito (guitarra, flauta traversa y voz), Rolando Fortich (bajo), Juan Belia (guitarra), Alberto Rodríguez (batería) y Carlos Piégari.

Después de la separación, Charly formó Máquina de Hacer Pájaros y Serú Girán.
En 1982 comenzó su carrera como solista hasta la actualidad. Nito cantó en la banda Los Desconocidos de Siempre y también como solista. Incluso en 1993 grabó el disco tributo Nito Mestre canta a Sui Géneris.

La presentación del disco Sinfonía para adolescentes, que marcó el reencuentro de la banda en el 2000, produjo disturbios en la disquera Tower Records, en Belgrano (Córdoba). Allí Charly y Nito habían tocado un breve corto acústico que provocó la histeria colectiva de sus seguidores, quienes rompieron los vidrios.