La voz de Héctor Napolitano, o viejo Napo como lo llaman sus panas, suena contundente en Guajira a Guayaquil, primer tema de su último trabajo bautizado Cangrejo criminal.

El disco contiene 16 temas, algunos de los cuales están ya enraizados en la conciencia de sus seguidores y forman parte del imaginario popular, como es el caso de Gringa loca o Cuando pienses en mí.

El concierto, que Napolitano ha denominado Una quina para el cangrejo, porque ese es el precio del CD que también ahí se venderá, se efectúa hoy a las 19h00  en el teatro José de la Cuadra de la plaza Colón, junto al cerro Santa Ana.  La entrada es gratuita. El evento lo auspicia la Municipalidad.

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Héctor relata que la idea original de este nuevo disco era hacerlo solo de pasillos, pero terminó siendo de guajiras, bolero, son, bachata, pasillos, blues y canción experimental. Allí está contenida la ciudad con su río, el malecón, la calle 18. Pero también hay espacio para Quito y sus papas con cuero, Esmeraldas y el bolón de verde, Galápagos y sus guardaparques.

Napolitano se reconoce un guayaquileño nacido en la profundidad del cerro del Carmen. Músico forjado en los recovecos de sus callejuelas empinadas. Alimentado por la vida bohemia y que ha bebido del arte musical de personajes tan dispares como Julio Jaramillo, B.B. King, Daniel Santos, Jimmy Hendrix, Los Embajadores Criollos o Los Beatles. Viejo Napo anda por su octavo disco. Sus producciones recogen situaciones domésticas, naturaleza y personajes amigos. Lo suyo es diversidad de géneros,  buena música, poesía urbana, voz desgarradora y profunda,   ganas a la hora de tocar en público y entrega total cuando agarra su guitarra.