La propuesta de incrementar el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), cigarrillos, cerveza y licores, tiene dos argumentos en contra por parte de los sectores afectados: reduce el consumo –por tanto, las recaudaciones tributarias– y encarece el producto nacional.
Ambos argumentos fueron analizados ayer en el Ministerio de Economía. El proyecto con los porcentajes definitivos se mantuvo en reserva y fue entregado ayer a la Presidencia.
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El viceministro de Economía, Ramiro Galarza, indicó que se podría subir “entre el 15% y el 18%” al ICE vigente, que para los cigarrillos rubios es del 77,25%; para la cerveza, 30,90%; y para los licores, 26,78%. Según sus cálculos, eso le generaría 45 millones de dólares.
Fuentes del Servicio de Rentas Internas (SRI) aseguraron que esta alza del ICE no equivale necesariamente a una mayor recaudación, pues la primera consecuencia sería la contracción del consumo.
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En el Ministerio, la preocupación es de que el producto final llegue a ser más caro que en los países vecinos y aumente el contrabando.
Mauricio Burbano, ex presidente de los industriales licoreros, explicó que “el sector está deprimido y no tiene capacidad para absorber más impuestos”.