Jack Valenti, famoso por representar los intereses de los grandes estudios de Hollywood, abandonó la presidencia de la Asociación de Cine de Estados Unidos (MPAA, por sus siglas en inglés) este jueves, tras ocuparla por casi cuatro décadas.
El locuaz emblema del cine, de pelo canoso y 82 años, archiconocido por sus apariciones anuales en la ceremonia de entrega de los Oscar, será reemplazado por el ex secretario de Agricultura estadounidense Dan Glickman, anunció la organización, que agrupa y representa a los principales estudios de Hollywood.
Glickman, de 59 años, entrará en funciones el 1 de septiembre, transformándose en el 4º presidente de la organización desde su creación en 1922, dijo la MPAA.
Nacido en Texas, el considerado "zar del cine" en Hollywood, asesor político y conocido por su estrecha relación con el ex presidente estadounidense Lyndon Johnson (1963-1969), cumplió el pasado mayo 38 años al frente de la MPAA.
"Jack Valenti fue un líder consumado de la industria (cinematográfica) durante 38 años", dijo John Fithian, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Salas Cinematográficas, cuando Valenti dijo el pasado marzo que se retiraba de su cargo.
"Y no sé qué vamos a hacer sin él", añadió.
Pero en más de una oportunidad Valenti ha sido durante su longeva carrera foco de la crítica y la polémica. Muchos le han increpado ser "muy tolerante" con las películas violentas pero "muy duro" con las películas con contenido sexual.
Durante años la MPAA calificó a las películas con las letras "G" (para todo público), "PG" (autorizada con la guía paterna o materna) y "NC-17" (no apta para menores, letra que en los años 90 fue cambiada por la "X", a la que ahora se asocia a la pornografía).
Valenti fue uno de los críticos más virulentos de la exhibición del seno de la cantante de pop Janet Jackson a comienzos de febrero durante el intermedio del "Super Bowl", la Final de la Liga de Fútbol Americano (NFL) ante millones de espectadores.
Pero sobre todo, el que durante 38 años detentó la presidencia de la MPAA fue fustigado por sus medidas para luchar contra la piratería.
El año pasado Valenti prohibió a los estudios el envío de copias promocionales de sus filmes a los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para que puedan mirarlas en sus hogares y luego votar para los Oscar.
La decisión suscitó la furia de varios estudios de cine independiente de Hollywood, que llegaron a presentar una demanda en la que alegaban que la norma beneficiaba a los grandes estudios y dejaba a ellos sin ninguna posibilidad de competir, ya que el envío de DVDs es la única manera que tienen de promocionar sus películas.
Finalmente y ante la polémica suscitada, un juez levantó la medida.
Para el alivio de sus simpatizantes e inquietud de sus detractores, Valenti dijo de todas maneras que no se irá del todo.
"Estoy bendecido con una energía genética desbordante, entonces no voy a desaparecer", advirtió el octogenario.