"El Quijote" de Miguel Cervantes es el origen de la novela moderna, consideraron este miércoles los participantes en el diálogo sobre esta obra que se celebró en el Fórum Universal de las Culturas de la ciudad española de Barcelona.
 
Los expertos resaltaron que Cervantes ha ejercido una influencia decisiva en literaturas tan dispares como la rusa, la latinoamericana o la centroeuropea.
 
Así, el investigador de la Universidad Autónoma de Madrid Teodosio Fernández aseguró que la trayectoria literaria del argentino Jorge Luis Borges estuvo influida por "El Quijote".
 
"En la última etapa de la vida y de la obra de Borges cabe resaltar la presencia de algunos poemas que dan a su relación con Cervantes y su héroe un carácter íntimo, incluso autobiográfico", dijo Fernández.
 
El representante de la Universidad italiana de Nápoles Vincenzo Vitiello destacó la relación entre Cervantes y Goethe: "Ambos estaban convencidos de que una cosa es el lenguaje y otra distinta la realidad, pero, mientras el autor del Quijote sufría con esa separación, el escritor alemán la aceptaba".
 
Vitiello aseguró a EFE que "Goethe toma de Cervantes la idea de que la historia es todo teatro, puro carnaval; sin embargo, no llegará a intentar emular a Cervantes como hizo con otros clásicos como Ovidio, Virgilio, Dante, Homero, pues de la época cervantina se fijará en Shakespeare como modelo difícilmente superable".
 
La cervantista de la Universidad moscovita de Lomonósov Svetlana Piskunova declaró a EFE que "El Quijote" tuvo un papel "fundamental en todos los escritores rusos del siglo XIX".
 
Para Piskunova, se trata de "una novela simbólica abierta a todos los pueblos del mundo" que en Rusia está presente en autores como Pushkin, Gogol o Dostoievski, quien decía que, cuando Dios pregunte en el juicio final qué hemos aprendido de la vida, la respuesta será "El Quijote".
 
Por su parte, el investigador de la Universidad de la ciudad española de Salamanca José Luis Molinuevo señaló que en el texto de Cervantes coexisten "dos Quijotes distintos: el que el propio Alonso Quijano dice que es, el héroe, y el que Cervantes dice que es el Quijote, un farsante".
 
Sobre esta aparente contradicción se construye, según Molinuevo, la "modernidad" de la novela cervantina, que "opone el idealismo del Quijote al realismo de Cervantes".
 
El escritor español Alejandro Gándara explicó a EFE que "El Quijote" refleja "el salto que se produce desde la comunidad renacentista, pequeña, cognoscible, al mundo del siglo XVI, en el que el punto de vista se focaliza en el Estado y en la sociedad, en detrimento de las ciudades y las comunidades".