República Checa, que se recuperó de un  susto frente a Letonia para imponerse por 2-1, quedó al frente del Grupo D de  la Eurocopa 2004 de fútbol, este martes tras el justo empate de Alemania y  Holanda en el segundo encuentro de la llave. 
 
En Aveiro (norte), los checos se dejaron sorprender cuando estaban por irse  al descanso por un gol de Maris Verpakovskis (40+1) y, trabajosamente,  consiguieron finalmente anotar en los 20 minutos finales. 
 
Los goles de Milan Baros (minuto 73) y Merk Heinz (85) permitieron a los  checos salvarse de una humillación ante los debutantes letones, que mostraron  una voluntad a toda prueba, a la que deberán prestar atención Alemania y  Holanda en sus futuros choques. 
 
Aunque los checos tuvieron el monopolio del balón y de las ocasiones, los  resultados fueron estériles. Así, con la guardia baja, ya en el descuento del  primer tiempo, tras un ataque fallido, Andrejs Prohorenkovs encabezó un  contrataque por la izquierda que Verpakovskis culminó en la red defendida por  Petr Cech. 
 
Los checos comenzaron con mayor brío la segunda mitad. Pero Pavel Nedved  (Juventus) y sus compañeros mostraron todavía muchas imprecisiones a la hora de  concretar. 
 
Finalmente, tras un rechazo del guardameta letón Aleksandrs Kolinko, Milan  Baros --el jugador de Liverpool ya bautizado el "Maradona de Ostrava"-- empató  el marcador (minuto 73). 
 
A los 85 el mismo Baros centró para Marek Heinz, quien selló el resultado. 
 
En el estadio del Dragao en Oporto, los holandeses fueron un poco más  ambiciosos, pero intrascendentes en el momento de inquietar al polémico Oliver  Kahn --en el día de su 35 cumpleaños--, quien después tendría que intervenir en  varias oportunidades en la segunda parte. 
 
A esa altura sólo una jugada individual, un error o el factor sorpresa  podían dar vuelta un partido que se dirimía, no sin alguna que otra brusquedad,  en el medio de la cancha. 
 
Una dura entrada de Cocu sobre Philipp Lahm, del Stuttgart, le valió la  tarjeta amarilla, y en la ejecución de la falta, Torsten Frings, del Borussia  Dortmund, sorprendió desde lejos con un potente derechazo al guardavalla Van  der Sar, abriendo el marcador en el minuto 30. 
 
En la segunda parte, Marc Overmars, que sustituyó a Boudewijn Zenden, le  dio más armado al juego de su equipo y los neerlandeses presionaron más, pero  los germanos combinaban y triangulaban con más prolijidad y mejor recuperación  del balón. 
 
En el 81 llegaría el merecido empate en una de las tantas jugadas naranjas.  Andy van der Meyde centró hacia atrás casi cayéndose en la línea de fondo y el  artillero Ruud Van Nistelrooy, más efectivo que en la primera parte, no perdonó  a Kahn, fusilándolo con un derechazo desde muy cerca.