El ex presidente de EE.UU. George H.W. Bush, padre del actual gobernante, realizó hoy con éxito dos saltos en paracaídas en Texas, y aseguró que "aún hay vida a los ochenta años".
 
"Me gusta la velocidad y la emoción que provoca", dijo Bush al aterrizar en terrenos de la biblioteca-museo que lleva su nombre en College Station (Texas) y que alberga los principales documentos de su mandato y sus recuerdos.
 
Acompañado de otros seis paracaidistas del Ejército de EE.UU. -tres de ellos equipados con cámaras-, Bush hizo el segundo y exitoso descenso ante los aplausos de unas 4.000 personas, que incluyeron a su esposa e hijos, amigos y dignatarios extranjeros.
 
Sonriendo a sus admiradores, Bush aconsejó a los estadounidenses a desenchufarse del televisor porque "a los ochenta años todavía se tiene vida, de eso se trata esto".
 
El primero salto, a manera de "calentamiento" lo hizo en la mañana, seguido por el último en la tarde desde un avión bimotor Dehavilland DHC-6.
 
Bush debía saltar en solitario pero, debido a las condiciones del tiempo, las autoridades modificaron los planes y le permitieron saltar desde el avión acompañado de otros paracaidistas. 
 
El segundo salto en paracaídas desde 3.965 metros fue seguido y comentado al detalle por la televisión estadounidense. pero había sido postergado brevemente debido a los fuertes vientos.
 
El salto del 41 presidente de Estados Unidos, similar al que hizo cuando cumplió 75 años en 1999, sirvió de colofón a dos días de actividades para festejar su cumpleaños, en compañía de dignatarios extranjeros y prominentes figuras políticas y del entretenimiento en el país.
 
La ex primera dama Barbara Bush no se mostró muy entusiasta de la aventura del ex mandatario y, en tono de broma, dijo el sábado que "no hay peor tonto que un viejo tonto".
 
George H.W. Bush tiene especial pasión por el paracaidismo, entre otras razones porque en 1944 esta práctica le salvó la vida cuando, siendo piloto de un avión torpedero en el frente del Pacífico, fue alcanzado por fuego enemigo y tuvo que saltar.
 
Una vez concluida su estancia en la Casa Blanca, Bush volvió a lanzarse en 1997 desde un avión en Yuma, Arizona.
 
El evento de hoy siguió a la gran fiesta que organizó en su honor su hijo, el presidente George W. Bush, que incluyó un concierto en un estadio de la ciudad de Houston.
 
A la fiesta fueron invitados diversas figuras políticas, entre ellas, el ex primer ministro canadiense Brian Mulroney, y el ex presidente soviético Mijail Gorbachov.
 
Entre los más de 5.000 invitados también estuvieron el ex mandatario mexicano Carlos Salinas, el ex primer ministro británico John Mayor y el líder israelí Shimon Peres.
 
La celebración del sábado contrastó con la solemne ceremonia en la Catedral Nacional de Washington en la víspera durante el funeral de Estado por el fallecido ex presidente Ronald Reagan.
 
El viernes "dijimos adiós a un buen hombre, nuestro 40 presidente, Ronald Reagan. Ahora honramos a otro buen hombre", dijo Bush al referirse a su padre.
 
El concierto del sábado, en el que se agotaron las entradas -el precio más barato era de 100 dólares- incluyó actuaciones de la cantante de temas cristianos Amy Grant y la popular intérprete de música "country", Wynonna Judd.
 
Las festividades del fin de semana en honor a Bush también tenían el objetivo de multiplicar los fondos para la biblioteca-museo que lleva su nombre en College Station, para el Centro Anderson para el Cáncer, de la Universidad de Texas, y la fundación caritativa "Points of Light".