La Haya vivió ayer con entusiasmo el bautizo, por el rito protestante y con agua procedente del río Jordán, de la princesa Catharina Amalia, primogénita del heredero Guillermo-Alejandro y Máxima Zorreguieta.

La princesa Catharina Amalia Beatriz Carmen Victoria, vestida de puntillas y con  larguísimo mantón  color beige claro, no lloró cuando el párroco Carel ter Linde mojó su cabeza con el agua.

Las madrinas fueron Victoria de Suecia y Samantha van Welderen. Los padrinos, Martín Zorreguieta, el príncipe Constantino, además del presidente del Consejo de Estado, Herman Tjeenk, y Marc ten Haar, amigo de infancia del príncipe Guillermo.