Quienes administran las librerías reconocen que el cliente necesita un espacio para revisar lo que va a llevar. Establecimientos que se encuentran en los centros comerciales como El Librero, Vida Nueva, Libros y Cuentos, y Nueva Selecciones, tienen sillas o muebles con pequeñas salas donde los compradores pueden revisar las obras antes de adquirirlas. Sin embargo, algunas de las que no se encuentran en estos centros de distracción no se quedan atrás. Es así como en el centro de Guayaquil, la Librería Científica cuenta con una cafetería y un salón para eventos. Librería Cervantes posee una sala para los clientes en su local de este sector y en el de la vía a Daule. Frente al Malecón 2000, La Librería tiene una cafetería donde los compradores pueden sentarse a ver el producto.