Un programa de erradicación de chivos, limpieza de playas o pesca de erizos de mar, son algunas de  las alternativas que los usuarios de la Reserva Marina de Galápagos discuten  para lograr una veda de la pesca de pepinos de mar, actividad que genera conflictos entre pescadores y ambientalistas porque, según los técnicos, el recurso está en peligro de extinción.

La posición del sector pesquero es contundente. No aceptarán cupos, zonificación de pesca ni las vedas en la captura de pepinos, planteados por la Autoridad Interinstitucional de Manejo (AIM) de la Reserva Marina de Galápagos, si no hay planes concretos de reinserción de los 987 pescadores registrados.

“Estamos a disposición pero mientras no haya algo real, los  conflictos seguirán”, asegura Dionisio Zapata, presidente de los pescadores de Santa Cruz.

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El presidente de la Fundación Galápagos, Rodrigo Jácome, dice que son los pescadores quienes deben buscar soluciones, “pues deben comprender que dentro de poco ya no habrá nada de pesca”.

Los planes se discuten en la Junta de Manejo Participativo, cuyo representante, Sergio Larrea, menciona que el proceso se cumple en forma ordenada.

ALTERNATIVAS

Cambio de actividad
Este programa consiste en permitir que los pescadores de pepinos de mar se dediquen a guiar a visitantes en buceo y pesca deportiva.

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Esta facilidad tendrían especialmente los propietarios de las 447 embarcaciones pesqueras registradas en las islas.

Los pescadores aducen que ya el Parque Nacional Galápagos (PNG) dio facilidades para realizar buceo a los armadores de barcos turísticos.

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El director del PNG, Edwin Naula, asegura que ellos tienen derechos adquiridos desde hace años sobre la zona.

Pesca de altura
Para que la pesca de altura entre en vigencia se necesita, primero, la aprobación de un palangre artesanal (línea de anzuelos), llamado palangre de Galápagos.

Se realizaron pruebas y la Junta de Manejo Participativo (JMP) y el Parque Nacional Galápagos (PNG) deberán presentar un informe.

Varios organismos ecologistas cuestionan su uso porque explican que en las pruebas se comprobó que este arte de pesca atrapa todo tipo de especies. De ellas, el 75% corresponde a tiburones, cuya pesca está prohibida.

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Pesca de erizos de mar
El erizo de mar es un recurso inexplotado en las islas Galápagos y los pescadores consideran que sería una buena opción para nuevos ingresos económicos en lugar de la pesca de pepinos de mar.

Un estudio realizado a un costo de 22 mil dólares, determinó que cada pescador podría atrapar un máximo de 40 individuos al día, pues debe cumplir un proceso hasta su venta.

Se conoce que el único mercado para la comercialización es Chile y según informes, la cotización es muy alta, aunque no se detalla el valor.

Concesión para criar especies
El Parque Nacional Galápagos entregaría en concesión determinada área marítima costera a un gremio de pescadores, para que allí se desarrollen programas de crianza en cautiverio de pepinos de mar, erizos y langosta.

Este plan, propuesto por los pescadores, se ejecuta –según el dirigente Dionisio Zapata– en algunas reservas marinas del mundo y permite la protección de las especies en peligro de extinción, lo que ayudaría a solucionar, en parte, los conflictos entre pescadores y ambientalistas.

Erradicación de chivos
El proyecto Isabela, que en la isla lo llevan adelante el Parque Nacional Galápagos (PNG) y la Estación Charles Darwin para la erradicación de chivos, da trabajo a 27 colonos del sector.

Los dirigentes pesqueros proponen un plan propio, que consiste en la firma de convenios con grupos de pescadores, quienes no solo eliminarán los animales, sino comercializarán la carne en varias ciudades del continente por definir.

En la actualidad en la isla Isabela, los chivos muertos se pudren en el mismo sitio de matanza.

Indemnización por licencias
El pescador recibirá una determinada cantidad de dinero y devolvería su licencia de pesca, con la condición de no volver a la actividad.

En una cita de los miembros de la Autoridad Interinstitucional de Manejo (AIM) con delegados de la Unesco, el dirigente pesquero Dionisio Zapata planteó que el monto de indemnización para cada pescador debe ser de 250 mil dólares.

El director del PNG, Edwin Naula, explica que se puede negociar, pero que el principal problema es conseguir el dinero.

Proyecto de limpieza
Grupos de pescadores firmarían contratos con los organismos de conservación para que puedan  limpiar las zonas costeras y submarinas (radas de los puertos de las islas habitadas).

Si bien no sería permanente, esta labor se realizaría por periodos durante determinadas épocas del año, según la temporada turística  en las diferentes islas.

Los directivos explican que la diversidad de propuestas facilitará  que el pescador y su familia  decidan por la opción más conveniente para que puedan   buscar otro ingreso económico.