Apenas medio millar de manifestantes se sumaron este miércoles a las protestas convocadas por los líderes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que se habían anunciado como multitudinarias. 
 
En el parque del Arbolito se reunieron los pocos indígenas que escucharon el llamado de su dirigencia y que incluso había asegurado que esta protesta terminaría con el gobierno del mandatario Lucio Gutiérrez. 
 
Jugando cartas y preparando comidas comunales, yacían los manifestantes en los prados del pequeño terreno, ubicado en el norte de Quito.
 
"Se tiene que hablar de fracaso el momento que terminemos la protesta", advirtió el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, rehusándose a dar por finalizado el anunciado levantamiento, que se comenzó fríamente hace tres días y de forma simultánea a la Asamblea General de la OEA, en Quito. 
 
"Hemos dicho que (la manifestación) será progresiva, y vamos a continuar. Preferimos seguir luchando antes que quedarnos de rodillas", agregó. 
 
Aunque no hay informes de protestas masivas indígenas en otras provincias, Iza aseguró que miles de personas están en camino desde los montes andinos a la capital para marchar por las calles. 
 
La Policía informó que la carretera Panamericana se mantenía abierta al norte del país, pese a los intentos por bloquearla. 
 
Humberto Cholango, dirigente de la Ecurunari, la organización más fuerte dentro de la Conaie, abrió la posibilidad de dar por terminadas las protestas. 
 
"Después de esta marcha realizaremos una evaluación y comunicaremos cualquier decisión al país", precisó. 

Entre tanto, Marco Morillo, presidente de la agrupación de indígenas evangélicos Feine, dijo que  no apoya la protesta de los nativos de la Conaie porque "lo que buscamos es una reforma política amplia".

Morillo explicó que el movimiento indígena es diverso y en ese contexto, todas la organizaciones, entre esas la Feine y la Fenocin "decimos que no participamos y seguiremos exigiendo rectificaciones al Gobierno, porque la solución a darse debe ser de fondo".

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Aseveró que "no estamos de acuerdo con la política (del régimen), pero vamos a propuestas de fondo y no solo cambios de nombre", dijo al referirse  a su oposición a la remoción del mandato del Presidente Gutiérrez.
 
Pese a la baja convocatoria que han tenido las protestas, los militares dijeron estar listos para apoyar a la Policía   en caso de que la capacidad de esta sea desbordada, explicó el general Robert Tandazo, jefe de la primera división del ejército. 
 
La Conaie impulsó la candidatura de Gutiérrez y lo llevó a la presidencia en enero del 2003. 
 
Los indígenas se mantuvieron en el gobierno por siete meses, luego de los cuales iniciaron una radical oposición para solicitar la renuncia del mandatario, a quien han acusado de traidor, corrupto e   incapaz para gobernar.