El irreverente espectáculo "Avenue Q", que utiliza marionetas, tonadas atractivas y jingles para relatar la historia de la vida y amores de jóvenes neoyorquinos, ganó el premio Tony al mejor musical, superando de manera sorpresiva al que era favorito de los críticos,   Wicked, hecho con un costoso vestuario y abundantes efectos especiales. 
 
"Esta noche, Broadway retornó por sus fueros", dijo el domingo Jeffrey Seller, uno de los productores de Avenue Q, luego del inesperado triunfo. Además de conseguir el galardón al mejor musical,   Avenue Q también ganó por su pegadiza melodía (Robert Lopez y Jeff Marx) y por su desenfadado guión (Jeff Whitty). 
 
I Am My Own Wife, una historia sobre las viscisitudes de un trasvestista en Alemania, ganó el premio a la mejor obra teatral. Su único intérprete, Jefferson Mays, fue nombrado mejor actor no solo por su interpretación del trasvestista Charlotte von Mahlsdorf, sino por hacer los roles de otros 40 personajes del drama. 
 
El dramaturgo Doug Wright, autor de la obra, bromeó al recibir el Tony señalando: "Nuestro elenco completo ganó los Tonys". 
 
Mays se impuso a veteranos del calibre de Kevin Kline, Christopher Plummer y Frank Langella. 
 
Asimismo, Phylicia Rashad fue la primera intérprete negra en ganar el premio a la principal actriz dramática por su encarnación de Lena Younger, una matriarca de gran fortaleza en una reposición de   A Raisin in the Sun. 
 
Assassins, un sarcástico musical de Stephen Sondheim que llevó a las tablas los asesinatos de presidentes, ganó cinco premios, uno como reposición musical y otros a Michael Cerveris, por el papel de John Wilkes Booth, el asesino de Lincoln.
 
"Uno no tiene que matar a nadie para obtener algo así. Uno solo tiene que simularlo, es Broadway", bromeó Cerveris. 
 
El show también recibió el premio a la mejor dirección-musical, ganado por Joe Mantello; a la mejor iluminación, que fue diseñada por Jules Fisher y Peggy Eisenhauer, y a la orquestación, de Michael Starobin. 
 
Otros premios de actuación fueron a Audra McDonald, su cuarto Tony en 10 años, por su papel como esposa trabajadora en   A Raisin in the Sun y a Brian F. OByrne, que interpreta el papel de un homicida múltiple en   Frozen. 
 
Entretanto, el musical   Wicked, una elegante vuelta de tuerca sobre las brujas de   El mago de Oz, recibió solo dos premios por su diseño. 
 
El veterano Eugene Lee ganó por su descomunal escenografía del musical, montado a un costo de 14 millones de dólares, y Susan Hilferty recibió el premio por el ornamentado vestuario del show. 
 
El premio al teatro regional fue otorgado a Cincinnati Playhouse in the Park, mientras que James M. Nederlander, patriarca de la familia que administra nueve teatros de Broadway, recibió el premio a su obra. 
 
Anika Noni Rose ganó un premio de actuación por su papel como la hija rebelde en   Caroline, or Change, basada en una obra de Eugene ONeill.