Talvez la frase de Bertrand Russell sirva para ilustrar la vida miserable que llevó esta extraordinaria cantante. “En realidad, el mundo que conocemos fue hecho por el demonio en un momento en que Dios no estaba mirando”.
O como dice la canción, aquel que nunca sufrió ni que en su vida tuvo una pena, vive feliz, pero ignora si esta vida es mala o buena.
Mientras escribo este texto sobre Billie, escucho On the sunny side of the street (En el lado soleado de la calle), escrita por Dorothy Fields y Jimmy McHugh, y que también es un disco que Ella Fitzgerald grabó con la orquesta de Count Basie, por donde también pasó Holiday. Es una canción alegre, y es una suerte porque Lady Day, como la conocían sus compañeros de profesión, llevó una vida miserable, rastrera y triste.