39Acontecimiento astronómico excepcional, el planeta Venus pasará el próximo martes 8 de junio por delante del Sol por vez primera desde 1882, cita que podrá ser observada por tres cuartas partes de los terrícolas, si las condiciones meteorológicas son favorables.
Como cuando hay un eclipse de Sol o de Luna, ese tránsito de Venus se produce cuando "el lucero del alba", la Tierra y el Sol están alineados.
A raíz de las inclinaciones diferentes de las óbitas de Venus y de nuestro planeta, el fenómeno se produce aproximadamente cada 120 años y en dos veces, con ocho años de intervalo: Después de 2004, Venus volverá a pasar por delante del Sol el 5 de junio de 2012, y posteriormente esa cita se producirá solamente en 2117 y 2125.
El paso de Venus entre la Tierra y el Sol es visible en general en gran parte de nuestro planeta. Según el Instituto de Mecánica Celeste y Cálculo de Efemérides (IMCCE), el del 8 de junio empezará hacia las 05h00 TU (en Japón, y diez minutos después en el oeste de Europa y de Africa). En el continente americano sólo podrá observarse el fenómeno parcialmente.
El paso de Venus por delante del sol durará seis hora aproximadamente, pero su fase observable será de poco más de cinco horas y media.
En total, cinco de estas citas de Venus con el Sol pudieron ser observadas en el curso de la historia: en 1639, 1761, 1769, 1874 y 1882.
Esta vez, Venus ocultará solamente una treintava parte del Sol. El fenómeno tiene hoy sólo dimensión lúdica, pedagógica y mediática, pero en el pasado su importancia científica fue grande. En efecto, fue la observación del tránsito de Venus que permitió, en 1874 y 1882, medir la distancia entre la Tierra y el Sol, unidad de medida de todas las otras distancias de los cuerpos celestes.
Hasta el siglo XIX, Venus fue considerado como el planeta "gemelo" de la Tierra: una radio medio de 6.052 km, cuando el de nuestro planeta es de 6.378, y una densidad de 5,24 g/cm3, cuando la de la Tierra es de 5,51. Hoy, sabemos que en realidad Venus es un infierno, aunque poco conocido, a raíz, entre otras cosas, de su atmósfera espesa, que solamente las observaciones por rádar pudieron atravesar recientemente.
Numerosas sondas rusas o norteamericanas llegaron hasta el "lucero del alba", pero ninguna pudo sobrevivir más de dos horas: en efecto, la temperatura de la superficie de Venus alcanza los 460°C y la presión sobrepasa las 92 atmósferas. Las rocas en Venus son incandescentes.
La razón de ese infierno tiene un nombre familiar: efecto de invernadero.
Venus recibe menos de la mitad de energía solar que la superficie de la Tierra, pero su suelo reemite, en infrarrojo, la energía solar que le llega hacia su atmósfera, compuesta en un 97% de dióxido de carbono. Esto se debe a que el CO2 es particularmente eficaz para absorber los rayos infrarrojos.
La atmósfera de Venus es recalentada de esa manera. Venus es un planeta seco. No cae agua de las nubes que la cubren permanentemente....de ácido sulfúrico, que se evapora antes de tocar el suelo.
Ese suelo, contrariamente al nuestro, pareciera ser estable y no conocer la la tectónica de placas, pese a que hay en él numerosos volcanes rodeados de campos de lava.
Y, contrariamente a la Tierra, Venus no posee campo magnético, quizá porque gira demasiado lentamente sobre sí mismo, en 243 días, mientras el año venusiano dura 224,7 días.