La calle y las casas particulares son los únicos sitios donde se puede fumar en Noruega a partir de ayer, al entrar en vigor una nueva ley antitabaco que amplía a bares, pubs, discotecas y restaurantes la prohibición vigente desde 1988.

Noruega se convierte así en el segundo país europeo -Irlanda lo hizo en marzo- en poner en práctica una legislación tan restrictiva en esta materia y que solo tiene parangón con las medidas adoptadas por algunos estados y ciudades de  Estados Unidos.

En el caso noruego, la ley constituye la culminación de un proceso iniciado en 1971 con la creación del Consejo Nacional para los Daños del Tabaco y que se ha ido plasmando en la adopción de diversas leyes restrictivas hasta llegar a la de 1988, que solo dejaba libres de tabaco  los establecimientos de comidas.

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La motivación de esta ley –cuyo tratamiento parlamentario se remonta al 2001 y su aprobación a dos años después– descansa, según el gobierno noruego, en la necesidad de proteger a los empleados de bares y restaurantes de los daños del tabaco y facilitar la entrada a estos locales de asmáticos y alérgicos.